Donald Trump anunció la imposición de un arancel del 50% a las importaciones de cobre en Estados Unidos, una medida que ha generado gran volatilidad en los mercados internacionales de este metal estratégico. El anuncio provocó que el precio del cobre en la Bolsa de Nueva York (Comex) alcanzara un máximo histórico, con subidas intradiarias de hasta un 17%, mientras que en la Bolsa de Metales de Londres (LME) los precios bajaron levemente.
Impactos inmediatos y reacciones del mercado
El cobre en EE.UU. cotiza ahora con una prima inédita del 25% respecto al precio internacional, reflejando el temor de los compradores a un encarecimiento sostenido y la expectativa de que el arancel entre en vigor en cuestión de semanas, posiblemente a finales de julio o el 1 de agosto.
En contraste, los precios internacionales cayeron, ya que fuera de EE.UU. se percibe el arancel como un factor bajista para la demanda global.
Motivaciones y consecuencias
Trump justificó la medida bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, argumentando razones de seguridad nacional y la necesidad de “reconstruir la producción estadounidense” de un metal considerado clave para sectores como vehículos eléctricos, defensa y semiconductores.
Sin embargo, EE.UU. actualmente no produce suficiente cobre para cubrir su demanda interna (importa aproximadamente el 36-40% de su consumo), por lo que se prevé que los aranceles eleven los costos para la industria nacional y puedan impactar negativamente en la inflación y la competitividad manufacturera.
Implicancias globales
Países exportadores como Chile y Perú podrían verse obligados a reorientar sus ventas hacia Asia, especialmente China, que ya procesa el 60% del cobre mundial.
Analistas advierten que, aunque el objetivo de Trump es la autosuficiencia, desarrollar nuevas minas y fundiciones en EE.UU. llevaría al menos una década, por lo que la dependencia de las importaciones persistirá a mediano plazo.
La decisión de Trump ha desatado un “caos” en el mercado del cobre, disparando los precios en EE.UU., generando incertidumbre sobre el comercio internacional y poniendo presión sobre la industria manufacturera y la inflación estadounidenses.