Trump anuncia acuerdo comercial con China: tierras raras, aranceles y estudiantes en el centro del pacto

11/06/2025
2 minutos de lectura

WASHINGTON.— En un movimiento clave para la economía global, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles que “el acuerdo con China está hecho”, tras intensas negociaciones en Londres que buscaron poner fin a meses de escalada arancelaria y restricciones comerciales entre las dos principales potencias del mundo.

Puntos centrales del acuerdo

  • Suministro de tierras raras e imanes: China se comprometió a proveer por adelantado todos los imanes y minerales de tierras raras requeridos por la industria estadounidense, insumos críticos para los sectores tecnológico, automotriz y de defensa.
  • Aranceles elevados: Estados Unidos aplicará un arancel total del 55% a los productos chinos, cifra que incluye una tarifa base del 10%, un 20% por tráfico de fentanilo y un 25% correspondiente a gravámenes preexistentes. China, por su parte, mantendrá un arancel del 10% sobre los productos estadounidenses.
  • Acceso de estudiantes chinos: El acuerdo restablece y garantiza la admisión de estudiantes chinos en universidades y colegios estadounidenses, uno de los puntos de fricción en la relación bilateral reciente.
  • Aprobación pendiente: El pacto aún debe ser ratificado formalmente tanto por Trump como por su homólogo chino, Xi Jinping, aunque ambos líderes han manifestado su intención de avanzar en la implementación.

Contexto y antecedentes

El anuncio se produce tras semanas de incertidumbre, luego de que el acuerdo marco alcanzado en Ginebra quedará en suspenso por nuevas restricciones chinas a la exportación de minerales críticos y la respuesta estadounidense con controles a la exportación de tecnología y bienes estratégicos. Las negociaciones en Londres, lideradas por el secretario de Comercio estadounidense Howard Lutnick y el viceprimer ministro chino He Lifeng, consolidaron la voluntad de ambas partes de revertir las medidas punitivas y restaurar el flujo comercial de insumos clave.

Según fuentes oficiales, Estados Unidos había rebajado previamente sus aranceles del 145% al 30%, y China del 125% al 10%, con un plazo de 90 días para negociar un nuevo acuerdo, plazo que expiraba en agosto. El nuevo pacto busca estabilizar la relación y ofrecer certidumbre a los mercados, aunque analistas advierten que persisten interrogantes sobre su implementación y durabilidad.

Reacciones y perspectivas

Tras el anuncio, los mercados estadounidenses reaccionaron con leves alzas, reflejando un moderado optimismo pero también cautela ante la falta de detalles sobre los plazos y mecanismos de cumplimiento. Trump, en una publicación posterior, aseguró que trabajará junto a Xi Jinping para “abrir China al comercio estadounidense”, calificando el acuerdo como “una gran victoria para ambos países”.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, y Lutnick destacaron que uno de los objetivos clave era asegurar el suministro de tierras raras e imanes, vitales para la industria nacional, mientras que China buscaba una flexibilización de las restricciones tecnológicas y garantías para sus estudiantes.

Desafíos pendientes

A pesar del tono triunfalista, el acuerdo deja sin resolver cuestiones estructurales como el superávit comercial chino y las acusaciones de dumping, así como la rivalidad tecnológica y los controles de exportación que han marcado la relación bilateral en los últimos años. Además, la implementación efectiva dependerá de la aprobación política y de la capacidad de ambos gobiernos para sostener los compromisos asumidos frente a sus respectivas opiniones públicas.

“Nuestro acuerdo con China está hecho, sujeto a la aprobación final del presidente Xi y mía. China suministrará por adelantado los imanes y las tierras raras necesarias. Asimismo, le proporcionaremos a China lo acordado, incluyendo el acceso a estudiantes chinos en nuestras universidades. Obtuvimos aranceles del 55%, mientras que China recibe el 10%. ¡Nuestra relación es excelente!” — Donald Trump, Truth Social.

El acuerdo representa, por ahora, una tregua en la guerra comercial, pero los analistas coinciden en que la relación entre Washington y Pekín seguirá siendo volátil y sujeta a los vaivenes de la política y la economía global.

No te pierdas