La Autoridad Portuaria de Santos (APS) acaba de extender su programa de incentivos tarifarios para embarcaciones de bajo impacto ambiental, una política que se mantiene ininterrumpidamente desde 2023 y que representa una de las apuestas más consistentes de América Latina por transformar el transporte marítimo mediante señales económicas claras.
El mecanismo es directo: los buques que demuestren mejor desempeño ambiental según el Índice Ambiental de Buques (ESI), estándar promovido por la Organización Marítima Internacional (OMI), acceden a descuentos de hasta el 15% en las tarifas por uso de infraestructura de acceso, calculadas sobre el tonelaje bruto de la embarcación. Desde 2023, la autoridad portuaria ha resignado más de 40,6 millones de reales en ingresos, de los cuales 16,8 millones corresponden únicamente a 2025, en favor de este objetivo estratégico.
Un problema global que exige soluciones locales
La apuesta de Santos cobra sentido en un contexto donde el transporte marítimo mueve cerca del 80% del comercio mundial y genera aproximadamente el 3% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Si bien ese porcentaje puede parecer modesto, representa un volumen absoluto significativo en un sector cuya actividad no deja de crecer. La presión internacional para descarbonizar esta industria se intensifica, y los puertos emergen como actores clave en esa transformación.
Para la APS, la descarbonización portuaria debe construirse sobre tres pilares simultáneos: optimización de la eficiencia logística, adopción progresiva de biocombustibles y expansión del suministro de energía eléctrica de fuentes renovables. Esta visión integral reconoce que ninguna solución aislada será suficiente, y que el cambio requiere intervenciones coordinadas en toda la cadena operativa.
Planificación estratégica con asistencia europea
En octubre pasado, Santos formalizó un acuerdo con la Fundación Valenciaport para desarrollar dos instrumentos fundamentales: un Plan de Descarbonización y un Plan Director de Energía (PDE). Ambos estudios, que deberán completarse en 22 meses, abarcan no sólo las operaciones directas de la autoridad portuaria, sino también las terminales privadas, las embarcaciones y los sistemas ferroviarios y carreteros que conforman el ecosistema logístico de la Baixada Santista.
El Plan de Descarbonización establecerá directrices específicas y metas cuantificables para reducir emisiones en cada eslabón de la cadena, mientras que el Plan Director de Energía diseñará una hoja de ruta para sustituir progresivamente los combustibles fósiles por alternativas más limpias, garantizando que el crecimiento futuro del puerto no se traduzca en un aumento proporcional de su huella de carbono.
Itatinga: de central hidroeléctrica histórica a laboratorio de hidrógeno verde
Uno de los activos más singulares de Santos en su transición energética es la Central Hidroeléctrica de Itatinga, que desde 2024 alimenta con energía renovable a una veintena de remolcadores en operación. Actualmente, esta fuente cubre prácticamente la totalidad de la demanda energética del puerto, una ventaja competitiva poco común en la infraestructura portuaria latinoamericana.
Pero la APS no se conforma con el presente. Los estudios de repotenciación en curso contemplan la producción de hidrógeno verde, un vector energético que podría ampliar significativamente la capacidad de generación de Itatinga y permitir una descarbonización aún más profunda de las operaciones portuarias. Las negociaciones para expandir el alcance de esta electrificación continúan avanzando.
Paralelamente, la autoridad colabora con el Parque de Innovación Tecnológica (PIT) de São José dos Campos en el desarrollo de herramientas digitales para optimizar la secuenciación de camiones y buques. El objetivo es reducir los tiempos de espera, disminuir la congestión y, como consecuencia directa, recortar las emisiones asociadas a motores en ralentí y maniobras innecesarias.
Trazabilidad técnica para decisiones informadas
Desde 2021, Santos elabora sistemáticamente su Inventario de Gases de Efecto Invernadero utilizando la metodología del Programa Brasileño del Protocolo de GEI, validada por la Compañía Ambiental del Estado de São Paulo (Cetesb). Este ejercicio anual proporciona base científica y trazabilidad técnica para evaluar el impacto real de las medidas implementadas, ajustar estrategias y comunicar resultados con rigor.
Con la extensión de los incentivos tarifarios a buques verdes, Santos consolida su rol como referente en políticas ambientales portuarias en la región.