El CEO de OpenAI, la desarrolladora de ChatGPT, afirma que el mundo no está preparado para «la era de los robots humanoides», pero que no queda mucho para que esta llegue. Sam Altman ha realizado estas declaraciones en una entrevista con Bloomberg, en la que también ha asegurado que este tipo de robots o androides pronto realizarán tareas cotidianas en el mundo real: «Como algo sacado de una película de ciencia ficción».
Sam Altman ha expresado que «aunque a la gente le preocupa la posibilidad que la inteligencia artificial destruya puestos de trabajo, hay algo más importante y es que los va a tomar totalmente desprevenidos».
El consejero delegado de OpenAI ha señalado que «el mundo no está preparado» para que los androides caminen sobre la faz de la tierra. «No creo que el mundo haya llegado todavía al punto de los robots humanoides«, ha indicado Altman.
El máximo responsable de ChatGPT ha dicho que, más temprano que tarde, la gente podría estar caminando por la calle y ver robots que pasan a su lado «haciendo cosas». «Va a parecer ciencia ficción», argumentó el CEO. «No creo que se aleje mucho de algo tan grave, como: ‘Wow, esto reemplaza muchas actividades que solía hacer la gente'», expresó.
El empresario tecnológico ha afirmado que esta perspectiva contrasta notablemente con la de las personas que «quizás pensaron de forma abstracta» viendo a la IA en aplicaciones específicas como la programación o la atención al cliente.
En febrero de 2024, OpenAI firmó un acuerdo con Figure AI, una startup que desarrolla androides diseñados para «ayudar en las tareas cotidianas». Figure dijo entonces que su robot, Figure-01, estaba construido para trabajos de fabricación, logística, almacenamiento y venta minorista.
«La inteligencia artificial va a cambiar el mundo laboral, va a eliminar algunos trabajos por completo y va a crear otros nuevos», aseguró Altman.
Según el consejero delegado de la desarrolladora de ChatGPT, OpenIA siempre ha intentado ser muy honesta sobre el impacto que se puede tener, consciente que se equivocara de muchos detalles. «Creo que soy demasiado consciente de mis propias limitaciones, como para sentarme aquí e intentar decir que puedo, por ejemplo, decirte lo que hay al otro lado», finalizó.
