Como continuación del Artículo anterior: “España y América Latina un vínculo histórico que necesita revitalizar el espacio inversor iberoamericano”, trataré de precisar más el significado y concepto de lo que significa “revitalizar el espacio inversor iberoamericano”.
La comunidad iberoamericana, cuenta con una historia que, desde fines del siglo XV comenzó a formarse a uno y otro lado del Atlántico, con cuatro polos de acción, España y Portugal, del lado europeo, y la América española y el Brasil del lado americano.
Iberoamérica, una comunidad que transita por un contexto mundial donde se solapan las grandes, profundas e intensas transformaciones geopolíticas y geoeconómicas, que confirman la llegada de una nueva era de manera acelerada con la tecnología como protagonista a lo largo y ancho del planeta.
Revitalizar el espacio inversor iberoamericano en las dos direcciones, con España como puente y país vertebrador con la Unión Europea, supone uno de los pilares centrales en el proceso de consolidación de la comunidad iberoamericana.
Iberoamérica, vive la intensidad de la batalla que empuja a la globalización hacia una nueva fase, caracterizada por una fragmentación de los mercados, frente a la anterior que se distinguía por una mayor integración.
Tampoco Iberoamérica es ajena a la intensidad de la batalla por la hegemonía global que se disputan Estados Unidos y China, que en ocasiones es abierta y directa, y, en otras, encubierta y soterrada. Una situación que alumbra desafíos, que a su vez conlleva, nuevas oportunidades para revitalizar el espacio inversor iberoamericano.
El espacio inversor iberoamericano, como bloque, hoy toma más sentido que ayer y España, por su doble pertenencia económica, social y cultural a la Unión Europea y a Iberoamérica, está llamada para actuar como un catalizador de las relaciones políticas y empresariales entre ambas regiones.
También el espacio inversor iberoamericano, se refiere a una iniciativa y un concepto que busca crear un marco de cooperación y promoción de inversiones entre los países iberoamericanos, con España como puerta de acceso a los mercados europeos para las empresas latinoamericanas, aprovechando la comunidad hispanohablante como un bloque económico de gran potencia constituido por unos 600 millones de personas, que unido a la Unión Europea de 450 millones suman 1.050 millones de personas.
América Latina mantiene una densa red de acuerdos comerciales con la Unión Europea que le permite potenciar su protagonismo en el contexto internacional. Acuerdos como el de la Unión Europea-Mercosur y el Acuerdo Global Unión Europea-México, constituyen importantes palancas para revitalizar el espacio inversor iberoamericano.
España, como puerta de entrada para las inversiones latinoamericanas, cuenta con ventajas competitivas que facilitan el acceso a Europa, Norte de África y Oriente Medio. Además, actúa como puente entre América Latina y la Unión Europea
Dentro del espacio inversor iberoamericano, España con sus importantes posiciones inversoras en América Latina que le convierten en el primer país europeo y segundo mundial, solo superado por Estados Unidos, debe reforzar su papel como país puente y vertebrador entre ambas regiones.
Vivimos momentos fundamentales para los intereses iberoamericanos que reclaman, desde una perspectiva amplia e intensa, potenciar una estrategia inversora ambiciosa y audaz en las dos direcciones, que en medio de un mundo inestable y desafiante, resulta más necesaria que nunca, siendo las posibilidades como las oportunidades que ofrece, superiores a la complejidad y los desafíos.
Revitalizar el espacio inversor iberoamericano exige una renovada visión para la nueva era que Iberoamérica debe de afrontar. Sabemos que este es un proceso lento en el cual hay que persistir buscando la cooperación de la gestión pública y la iniciativa privada, una posibilita un proceso de cambio y la otra pone en valor sus capacidades de gestión, innovación y asunción de riesgos del proceso de cambio.
España, como puerta de entrada para las inversiones latinoamericanas, cuenta con ventajas competitivas que facilitan el acceso a Europa, Norte de África y Oriente Medio. Además, actúa como puente entre América Latina y la Unión Europea, no solo por su ubicación geográfica, sino porque reúne las condiciones necesarias para fortalecer los vínculos entre ambas regiones.
También el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se postula como la puerta de entrada para la inversión extranjera. Así lo señalo su presidente Ilan Goldfajn, quien reivindicó el papel de la institución como facilitador de inversores en América Latina, durante la 65 Asamblea de Gobernadores celebrada en Santiago de Chile en marzo de 2025, al afirmar que en la región el BID actúa como catalizador para la inversión. “Estamos en el mundo diciéndole a los inversionistas que entren en América Latina, que nosotros somos el puente de América Latina porque damos la garantía de que es un buen proyecto”.
Sería interesante que la iniciativa del BID esté abierta a otras instituciones financieras iberoamericanas como el Instituto de Crédito Oficial (ICO), CAF (Banco de Desarrollo de América Latina), Banco de Integración Centroamericano (BICE), Corporación Financiera para el Desarrollo (COFIDES) y organismos de asesoramiento y promoción de inversiones, entre otros el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) o la Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras para el Desarrollo (ALIDE). De este modo, se generarían sinergias e interacciones de gran alcance que beneficiarían al espacio inversor iberoamericano, reforzando la cooperación y el potencial de crecimiento económico en Iberoamérica. El espacio inversor iberoamericano debe saber inteligentemente posicionarse para aprovechar intensamente la oportunidad que se presenta. Una oportunidad que no se logra aprovechar únicamente por la inercia histórica, sino por un liderazgo proactivo. Se necesita visión, estrategia y voluntad política. Una de las claves para conseguirlo, se encuentra en convertir los lazos culturales y lingüísticos en activos económicos y geopolíticos[1]. Seguiremos tratando este apasionante y desafiante propuesta.
[1] Ramón Casilda Béjar (marzo, 2023): “Reflexiones sobre la Nueva Política Económica Internacional de España hacia América Latina para el siglo XXI”. Boletín de Información Comercial Española, Nº 3.156. Secretaría de Estado de Comercio. Madrid.