En un contexto global marcado por condiciones climáticas adversas y una oferta limitada, los mercados mundiales de café y cacao experimentan un repunte significativo en ventas y precios durante 2025 y 2026. América Latina, como principal región productora, se consolida como un actor fundamental en esta recuperación, aunque enfrenta importantes retos ambientales que podrían influir en su desempeño futuro.
Según datos recientes, el precio del café Arábica alcanzará un promedio de 8,50 dólares por kilo en 2025, lo que representa un aumento del 51,2% respecto al año anterior. Esta alza responde principalmente a las sequías y fenómenos climáticos que afectaron a Brasil, el mayor productor mundial, y a otros países latinoamericanos como Colombia, Honduras y Perú. La producción global de café se mantiene en torno a los 170 millones de sacos, pero la oferta sigue siendo insuficiente para cubrir la demanda creciente, generando un déficit que se prolonga por cuarto año consecutivo.
En paralelo, el cacao también muestra un comportamiento alcista. Los precios aumentaron un 30% en diciembre de 2024, impulsados por la caída del 14% en la producción mundial durante la temporada 2023-24, especialmente en África Occidental, la principal zona productora. Para 2025, se proyecta un precio promedio de 8 dólares por kilo, beneficiando a países latinoamericanos como Ecuador, que buscan aprovechar esta coyuntura para fortalecer su sector cacaotero.
Este escenario representa una oportunidad para América Latina, donde la producción de café y cacao es un pilar económico para millones de pequeños productores y un motor importante para las economías nacionales. Sin embargo, la región debe enfrentar los riesgos asociados al cambio climático, que amenaza la estabilidad productiva y la calidad de los cultivos.
Brasil continúa liderando la producción mundial de café, con más de 3,1 millones de toneladas estimadas para 2025, gracias a inversiones en innovación y prácticas sostenibles. Al mismo tiempo, la presencia de grandes empresas internacionales en la región contribuye a dinamizar el mercado y a promover estándares de calidad y sostenibilidad.
En conclusión, el repunte en los mercados de café y cacao para 2025 y 2026 abre una ventana de oportunidad para América Latina, que puede consolidar su liderazgo global y mejorar los ingresos de sus productores. No obstante, la adaptación a los desafíos climáticos será clave para sostener este crecimiento en el mediano y largo plazo.