La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos ha presentado el Índice de Integración Digital Global (Index of Digital Trade Integration and Openness, INDIGO), una innovadora herramienta que evalúa por primera vez el grado de apertura e integración del comercio digital a nivel mundial. Este índice analiza 193 países en un período de 24 años, desde 2000 hasta 2024, proporcionando una medición sistemática que va de 0 (ausencia total de integración digital) a 1 (integración plena).
El INDIGO constituye un avance significativo en la medición de políticas digitales internacionales, ya que evalúa tanto la amplitud como la profundidad de las discusiones y compromisos internacionales en materia de comercio digital. Su metodología abarca 28 áreas temáticas organizadas en cinco bloques fundamentales: habilitación del comercio electrónico, apertura digital, confianza en las transacciones, flujos de datos transfronterizos y temas amplios de economía digital.
La estructura del INDIGO se basa en dos dimensiones complementarias que capturan la complejidad del ecosistema digital global. El INDIGO-i se enfoca en instrumentos no comerciales, midiendo la participación en debates multilaterales realizados en foros como la ONU, OCDE y APEC sobre temas críticos como privacidad de datos, ciberseguridad e inteligencia artificial. Esta dimensión reconoce que la integración digital trasciende los aspectos puramente comerciales y requiere marcos regulatorios robustos. Por su parte, el INDIGO-t evalúa los instrumentos comerciales tradicionales, incluyendo acuerdos de la Organización Mundial del Comercio, tratados comerciales regionales y los emergentes acuerdos de economía digital. Esta dimensión captura los compromisos formales que los países asumen para facilitar el comercio digital transfronterizo.
Los resultados del índice revelan que el comercio digital global se encuentra aún en fases tempranas de desarrollo, alcanzando apenas un 8,5% de plena integración y apertura digital. Este hallazgo subraya el enorme potencial de crecimiento que existe en este sector, así como los desafíos que enfrentan los países para desarrollar marcos regulatorios adecuados.
La Moratoria de Comercio Electrónico de la OMC emerge como el instrumento más influyente, representando el 24% de la integración global actual. Este mecanismo, que suspende temporalmente la imposición de aranceles a las transmisiones electrónicas, ha sido fundamental para el desarrollo del comercio digital, aunque su carácter temporal genera incertidumbre sobre su continuidad.
El análisis del INDIGO destaca el potencial transformador de la Declaración Conjunta sobre Comercio Electrónico de la OMC, actualmente respaldada por 71 países que representan más del 90% del comercio mundial. La adopción completa de esta declaración por parte de estos países podría incrementar la integración global en un 21%, mientras que su adopción universal por todos los miembros de la OMC podría generar un incremento del 244%.
Esta proyección ilustra cómo las negociaciones multilaterales pueden catalizar cambios significativos en la arquitectura del comercio digital global. La participación ha crecido a 91 miembros de la OMC, incluyendo potencias económicas como Estados Unidos, China y la Unión Europea, aunque economías emergentes importantes como India y Sudáfrica mantienen su ausencia de estas negociaciones.
El ranking global revela patrones interesantes de liderazgo en integración digital. Singapur encabeza la clasificación con un INDIGO-t de 0.17, seguido por Australia y Japón, reflejando el compromiso de estos países con marcos regulatorios avanzados y políticas proactivas de digitalización. En contraste, países africanos como Benín, Burkina Faso y Gambia muestran niveles de integración muy bajos, pero podrían duplicar su INDIGO al sumarse a la Declaración Conjunta.
Los tratados comerciales regionales, aunque importantes, explican solo el 10% de la integración digital global y se concentran principalmente en países de altos ingresos. Esta concentración sugiere la necesidad de mecanismos más inclusivos que permitan la participación de economías en desarrollo en los beneficios del comercio digital.
Relevancia Estratégica para América Latina
Para América Latina, el INDIGO representa una herramienta estratégica de particular relevancia. La participación de 12 países latinoamericanos en la Declaración Conjunta sobre Comercio Electrónico de la OMC subraya el compromiso regional con la integración digital, pero también revela la necesidad de diagnósticos precisos para maximizar los beneficios de esta participación.
El índice permite a los responsables de política pública identificar brechas específicas en la integración digital, diseñar estrategias de apertura más efectivas y anticipar riesgos de competitividad frente a economías más avanzadas. En un contexto donde la digitalización acelera la transformación económica global, contar con indicadores precisos se vuelve fundamental para orientar políticas que permitan a la región integrarse exitosamente en la economía digital mundial.