El mercado mundial de cerveza atraviesa uno de sus momentos más dinámicos y desafiantes. Con una producción que alcanzó aproximadamente 211.560 millones de litros en 2024 y un valor económico que supera los 700.000 millones de dólares, la industria cervecera global está redefiniendo sus prioridades y estrategias ante un panorama internacional cada vez más complejo.
El Nuevo Orden Mundial: México Desplaza a las Potencias Tradicionales
En un giro sorprendente que ha reconfigurado el mapa del comercio cervecero internacional, México se ha consolidado como el gigante indiscutible de las exportaciones mundiales, representando más del 35,6% del comercio global de cerveza. Este logro coloca al país latinoamericano por encima de naciones con siglos de tradición cervecera como Holanda, Bélgica y Alemania.
Las exportaciones mexicanas experimentarán un crecimiento del 10% en 2025, superando los 7.000 millones de dólares. Esta expansión se debe principalmente a la fortaleza de marcas como Corona, Modelo y Tecate, que han conquistado paladares en todo el mundo. Estados Unidos absorbe aproximadamente el 80% de estas exportaciones, pero mercados como Chile, Guatemala, Australia y Nueva Zelanda están ganando relevancia.
El sector artesanal mexicano también muestra un dinamismo impresionante. Con un crecimiento del 16,3% en el último año, el país cuenta ya con cerca de 3.797 establecimientos dedicados a la cerveza artesanal, y las proyecciones indican que superará los 4.000 en 2025. Sin embargo, este segmento enfrenta un obstáculo importante: el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios del 26,5%, que limita su competitividad frente a grandes productores.
China continúa siendo el mayor productor mundial con aproximadamente 359 millones de hectolitros anuales. El mercado chino se caracteriza por su vitalidad empresarial: solo en 2023, 7.000 nuevas empresas cerveceras entraron en operación, y las marcas nacionales representan el 90% de la industria del país. Los ingresos del mercado chino alcanzaron los 124.200 millones de dólares en 2024, consolidando su posición dominante.
Estados Unidos ocupa el segundo lugar con 193 millones de hectolitros, aunque experimentó una reducción de 9,9 millones de hectolitros en 2023, reflejando cambios en los patrones de consumo y una mayor preferencia por bebidas alternativas. A pesar de esta disminución productiva, Estados Unidos sigue siendo el mayor importador mundial de cerveza, con un mercado interno valorado en 116.900 millones de dólares.
Brasil completa el podio con 143,70 millones de hectolitros, generando ingresos por 49.300 millones de dólares. Le siguen México, Alemania (85,44 millones de hectolitros), Vietnam, Rusia (81,2 millones de hectolitros), España (41,3 millones de hectolitros), Polonia (36 millones de hectolitros) y Sudáfrica (35 millones de hectolitros).
Seis grandes corporaciones controlan la mayor parte del mercado cervecero mundial. Anheuser-Busch InBev lidera con una cuota del 31,2% y proyecciones de ingresos superiores a 59.400 millones de dólares en 2024. Heineken ocupa el segundo lugar con 32.800 millones de dólares, seguida por China Resources Snow Breweries con 18.000 millones de dólares.
Asahi Group Holdings genera aproximadamente 22.000 millones de dólares, mientras que Carlsberg Group y Molson Coors completan el grupo con 11.500 y 10.500 millones de dólares respectivamente. Estas corporaciones no solo dominan la producción, sino que también están liderando la transformación sostenible del sector.
Estados Unidos no solo produce masivamente, sino que también lidera las importaciones mundiales, reflejando la diversidad de preferencias de sus consumidores y su apertura a cervezas internacionales. Le siguen mercados europeos consolidados como Reino Unido, Francia e Italia, además de Canadá y Japón.
Curiosamente, China, siendo el mayor productor mundial, figura como el octavo importador global, demostrando el creciente interés de los consumidores chinos por cervezas premium y especiales de otros países.
La incertidumbre arancelaria está obligando a las cervecerías a reconsiderar sus cadenas de suministro, evaluar nuevos mercados y, en algunos casos, considerar la relocalización de plantas de producción.
La Crisis del Agua: El Recurso Más Crítico
La industria cervecera es notoriamente intensiva en el uso de agua, y en un contexto global de creciente escasez hídrica, la eficiencia se ha convertido en una prioridad existencial. El agua no solo es el ingrediente principal de la cerveza, sino que se utiliza en prácticamente todos los procesos de producción, limpieza y enfriamiento.
Algunas cervecerías están liderando con el ejemplo. HEINEKEN México ha logrado reducir el consumo de agua en más del 30% en sus siete cervecerías y malterías durante los últimos 10 años, demostrando que la eficiencia hídrica es técnicamente viable. La sostenibilidad ya no es una opción sino una necesidad estratégica para asegurar la viabilidad a largo plazo de la industria.
El mercado enfrenta desafíos crecientes debido a regulaciones gubernamentales más estrictas relacionadas con el consumo de alcohol, el etiquetado nutricional y las restricciones publicitarias. Las preocupaciones de salud pública están llevando a los consumidores hacia el consumo moderado y opciones con menor contenido alcohólico.
Esta tendencia se refleja en el explosivo crecimiento de las cervezas sin alcohol, cuyas ventas globales se acercarán a los 50.000 millones de dólares en 2025, duplicando las cifras de 2020. Los fabricantes están invirtiendo fuertemente en mejorar el sabor y la calidad de estas alternativas para capturar este segmento en expansión.
El 2026 será un año donde las decisiones tomadas hoy, definirán quiénes prosperarán en el mercado cervecero del futuro. Entre aranceles, cambio climático y consumidores más exigentes, la industria deberá demostrar que puede brindar no solo por el presente, sino por un futuro sostenible.