Metodología Global para la Calificación Crediticia de Operadores de Terminales y Puertos

Un marco integral para evaluar la solidez financiera del sector portuario mundial
04/08/2025
2 minutos de lectura

Esta metodología establece los criterios clave para asignar y supervisar las calificaciones crediticias de los operadores de terminales de contenedores, terminales de materias primas (incluyendo almacenamiento), puertos y su infraestructura a nivel global.

Se trata de una actualización integral del marco de evaluación, que incorpora las mejores prácticas internacionales y los avances más recientes en el sector portuario. Esta nueva versión reemplaza la metodología anterior.

Esta metodología se utiliza para evaluar la deuda emitida por puertos marítimos alrededor del mundo, abarcando tanto operadores de terminales individuales como aquellos que gestionan múltiples terminales con diversos modelos de propiedad. Se consideran distintos tipos de financiamiento, desde préstamos respaldados por ingresos operativos generales hasta aquellos garantizados por activos específicos, como arrendamientos de infraestructura. La calificación no solo se asigna en nuevas emisiones de deuda, sino que también sirve para el seguimiento continuo de las calificaciones vigentes, pudiendo complementarse con otros marcos de evaluación en casos donde existan garantías fiscales u otros mecanismos específicos.

Fundamentos técnicos
La evaluación crediticia parte de un análisis detallado de los riesgos propios del sector portuario, entre los que destacan: 1) Riesgos geográficos: La ubicación del puerto influye directamente en su demanda, accesibilidad y vulnerabilidad a eventos naturales. 2) Riesgos comerciales: Se consideran la variedad y volumen de las cargas manejadas, la estabilidad de la demanda y la competencia regional. 3) Riesgos regulatorios: Se analiza la transparencia y estabilidad del marco legal que regula las operaciones portuarias. 4) Riesgos financieros: Se evalúa la capacidad de generación de ingresos, la estructura y perfil de la deuda, el flujo de caja, las reservas y los planes de inversión futuros.

Ejemplos y detalles específicos

Un puerto que actúa como nodo principal en su región, con una demanda estable y fuentes de ingreso diversificadas, generalmente recibe calificaciones más elevadas (entre AA y A), dada su posición estratégica y resiliencia ante variaciones del mercado. Los operadores con múltiples terminales enfrentan el reto de coordinar inversiones significativas y mantener altos estándares operativos, pero también se benefician de la diversificación geográfica, lo que ayuda a mitigar riesgos. La flexibilidad para ajustar tarifas mediante contratos a largo plazo es una herramienta clave para proteger la estabilidad de ingresos frente a la volatilidad del mercado. La estructura de deuda es analizada cuidadosamente, prestando atención al balance entre tasas fijas y variables, plazos y riesgo asociado a la refinanciación. Una alta proporción de deuda a tasa variable puede aumentar riesgos si las tasas de interés suben. Además, se evalúan las prácticas de administración de riesgos, incluyendo la gestión de proyectos de renovación y expansión, el cumplimiento ambiental y social, así como la capacidad para anticipar y responder a nuevos desafíos.

Las calificaciones resultantes suelen ubicarse entre AA y BB, con la mayoría dentro del rango de grado de inversión (A o BBB), reflejando tanto la alta inversión de capital que demanda el sector como la concentración geográfica típica.

En definitiva, esta metodología busca proporcionar una valoración precisa y confiable de la capacidad de pago, estabilidad operativa y solidez financiera de los operadores portuarios, apoyando decisiones de inversión informadas y promoviendo la sostenibilidad del comercio marítimo global.

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