Los gigantes del maíz: dominio estadounidense y ascenso sudamericano en el mercado mundial

La concentración de la producción mundial se mantiene en cuatro grandes potencias, mientras las exportaciones muestran nuevos liderazgos regionales
11/08/2025
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El mercado mundial del maíz continúa siendo uno de los sectores más dinámicos del comercio agrícola internacional, con una producción que supera los 1.200 millones de toneladas anuales y patrones comerciales que reflejan tanto la consolidación de liderazgos históricos como el surgimiento de nuevos protagonistas en el escenario global.

En el ámbito de la producción, el panorama internacional mantiene una estructura claramente definida. Estados Unidos conserva su posición dominante como el mayor productor mundial de maíz, generando aproximadamente 389,7 millones de toneladas durante la temporada 2023/2024. Esta cifra representa más del 30% de la producción global, consolidando la supremacía estadounidense en este sector estratégico.

La producción mundial se caracteriza por una notable concentración geográfica. Cuatro países – Estados Unidos, China, Brasil y Argentina – controlan más de dos tercios de la producción total del planeta, evidenciando la importancia de estas naciones en la seguridad alimentaria global. Esta concentración no es casual: estos países cuentan con las condiciones agroclimáticas, la tecnología y la infraestructura necesarias para sostener una producción masiva y eficiente.

China ocupa el segundo lugar en el ranking de productores, aunque gran parte de su producción se destina al consumo interno, lo que limita su participación en los mercados internacionales. Brasil y Argentina, por su parte, han emergido como potencias exportadoras, aprovechando no solo su capacidad productiva sino también su posición geográfica estratégica para acceder a los mercados globales.

En el terreno de las exportaciones, el liderazgo tradicional estadounidense enfrenta una competencia creciente. Durante la campaña 2023/2024, Estados Unidos mantuvo su posición como el principal exportador mundial de maíz, pero la diferencia con sus competidores se ha reducido significativamente en los últimos años. Brasil ha emergido como un rival formidable, llegando incluso a superar ocasionalmente a Estados Unidos en ciertos períodos, marcando un hito histórico en el comercio cerealero mundial.

Argentina completa el podio de los grandes exportadores, beneficiándose de sus vastas llanuras pampeanas y de una industria agrícola altamente tecnificada. Los datos de 2022 muestran que Estados Unidos lideró las exportaciones con 132.270 millones de dólares, seguido por Brasil con 65.362 millones y Argentina con 62.903 millones de dólares, cifras que reflejan tanto el volumen como el valor estratégico de estas transacciones comerciales.

Las proyecciones para la campaña 2025/26 son especialmente prometedoras. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) anticipa una producción mundial de 1.264 millones de toneladas, lo que representaría un crecimiento del 3,6% respecto a 2024. Este incremento de 42 millones de toneladas adicionales responde a múltiples factores: mejoras en las técnicas agrícolas, condiciones climáticas favorables y una demanda creciente tanto para alimentación humana como animal, así como para la producción de biocombustibles.

El contexto geopolítico también influye en estos patrones comerciales. La guerra en Ucrania, tradicionalmente uno de los grandes exportadores de cereales, ha reconfigurado las rutas comerciales y ha incrementado la importancia de productores como Brasil y Argentina para satisfacer la demanda global. Esta situación ha abierto oportunidades para los países sudamericanos, que han aprovechado para expandir su participación en mercados tradicionalmente dominados por Estados Unidos y Europa.

La demanda mundial de maíz continúa en expansión, impulsada por el crecimiento poblacional, el aumento del consumo de carne (que requiere maíz como alimento para ganado) y el desarrollo de la industria de biocombustibles. Esta tendencia asegura que la relevancia estratégica del maíz como commodity mantendrá su importancia en las próximas décadas.

Los mercados asiáticos, particularmente China y el sudeste asiático, representan los principales destinos de importación, mientras que los países del Golfo Pérsico y el norte de África también constituyen mercados clave para los exportadores americanos. Esta diversificación geográfica de la demanda ha permitido a los grandes productores desarrollar estrategias comerciales más robustas y menos dependientes de mercados específicos.

El futuro del mercado mundial del maíz se presenta dinámico y competitivo, con Estados Unidos defendiendo su liderazgo histórico mientras Brasil y Argentina continúan expandiendo su influencia. Las condiciones climáticas, las políticas comerciales internacionales y los desarrollos tecnológicos seguirán siendo factores determinantes en la evolución de este mercado fundamental para la alimentación mundial.

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