La UE aprueba aranceles preventivos contra Estados Unidos

Las nuevas medidas comerciales entrarían en vigor el 7 de agosto si fracasan las negociaciones bilaterales en curso
28/07/2025
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En una decisión sin precedentes, los países miembros de la Unión Europea aprobaron este jueves por clara mayoría un paquete de contramedidas comerciales preventivas contra productos estadounidenses por un valor total de 93.000 millones de euros. Esta medida de contingencia se activará automáticamente el próximo 7 de agosto en caso de que no prosperen las negociaciones comerciales actualmente en curso con la administración de Donald Trump.

Las nuevas tasas arancelarias, que afectarían aproximadamente al 27% del total de las importaciones europeas procedentes de Estados Unidos, representan la respuesta más contundente del bloque comunitario ante la escalada proteccionista iniciada por Washington. La decisión llega apenas dos semanas después de que el presidente estadounidense anunciara la imposición de aranceles del 30% sobre los productos europeos a partir del 1 de agosto.

Según fuentes comunitarias consultadas, el paquete aprobado incluye dos fases diferenciadas de medidas comerciales. La primera fase contempla aranceles sobre sectores estratégicos como la tecnología, la agricultura y los productos manufacturados, mientras que la segunda fase ampliaría estas restricciones a una gama más amplia de bienes estadounidenses.

El Ejecutivo comunitario ha trasladado a los Estados miembros que esta decisión no busca una guerra comercial, sino generar un espacio de negociación que permita alcanzar un acuerdo mutuamente beneficioso. Sin embargo, fuentes diplomáticas europeas han dejado claro que «la solución está al alcance», pero que la UE no puede permanecer pasiva ante las medidas unilaterales estadounidenses.

La tensión comercial entre ambos bloques se ha intensificado desde el regreso de Trump a la Casa Blanca en enero pasado. Las medidas anunciadas por Estados Unidos forman parte de una estrategia más amplia que incluye aranceles similares contra México, China y otros socios comerciales, en lo que la administración republicana denomina «protección de la industria nacional».

Los sectores empresariales europeos han mostrado preocupación por el impacto que podría tener esta escalada en las cadenas de suministro globales y en la inflación. Por su parte, las organizaciones de consumidores advierten que, en caso de materializarse ambos paquetes arancelarios, los costos adicionales podrían trasladarse finalmente a los precios al por menor.

Las negociaciones entre Bruselas y Washington continuarán durante los próximos días con el objetivo de evitar la implementación de estas medidas. Ambas partes han expresado su voluntad de encontrar una solución diplomática, aunque las posiciones siguen siendo divergentes en aspectos clave como los subsidios estatales, la protección de la propiedad intelectual y el acceso a mercados públicos.

El plazo del 7 de agosto se presenta ahora como una fecha crucial que podría redefinir las relaciones comerciales transatlánticas y marcar un punto de inflexión en la política comercial global de las próximas décadas.

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