El mercado mundial del shale gas experimenta una transformación histórica en 2025, con un valor proyectado de 156.660 millones de dólares y un crecimiento del 11,8% anual que redefine el panorama energético global. En este contexto de expansión acelerada, Argentina emerge como uno de los protagonistas más prometedores, aprovechando sus vastos recursos no convencionales para posicionarse entre las potencias exportadoras del futuro.
Estados Unidos continúa liderando la producción mundial de shale gas con cifras que marcan la pauta del sector. La producción estadounidense de gas natural seco alcanzará un promedio de 104.6 Bcf/d en 2025, mientras que las proyecciones indican un crecimiento sostenido hasta alcanzar casi 35 billones de pies cúbicos para 2050. Se proyecta que para 2040, la producción estadounidense de shale gas será de 80.000 millones de pies cúbicos por día.
El mercado global de gas natural licuado (LNG) refleja esta tendencia expansiva. El comercio global de LNG creció un 2,4% en 2024 hasta alcanzar 411 millones de toneladas, conectando 22 mercados exportadores con 48 importadores. América del Norte representa aproximadamente el 85% del suministro incremental global de LNG en 2025, con casi tres cuartas partes provenientes de Estados Unidos.
Actualmente, solo Estados Unidos, Canadá, China y Argentina producen shale gas comercialmente, aunque este panorama está destinado a cambiar. México y Argelia se perfilan como los próximos actores en sumarse a la producción comercial, diversificando aún más el mapa energético mundial.
Infraestructura para el futuro
La industria está en camino de agregar casi cinco veces más capacidad de licuefacción nueva desde 2025 hasta 2028 en comparación con el período de cuatro años anterior. Esta expansión masiva de infraestructura refleja la confianza del sector en el crecimiento sostenido de la demanda global.
Argentina: El gigante sudamericano despierta
En este contexto global, Argentina se destaca con cifras impresionantes que consolidan su posición como potencia emergente. La producción nacional de shale gas experimentó un crecimiento extraordinario del 20,3% en el último período, representando ahora el 45% de la producción total de gas natural del país. Esta cifra cobra aún más relevancia al considerar que la producción alcanzó los 139 millones de metros cúbicos por día, un aumento del 5,1% en relación con 2023.
Los yacimientos líderes en este crecimiento incluyen El Mangrullo, Aguada Pichana Este, Aguada Pichana Oeste y Sierra Chata, que explican entre el 19% y 30% del incremento total de la producción. El impacto económico de esta bonanza energética se refleja claramente en los resultados empresariales, con ingresos netos por exportaciones de petróleo y gas que alcanzaron los 222,3 millones de dólares, equivalentes al 53% del total.
Vaca Muerta: El motor del cambio
La formación Vaca Muerta se ha consolidado como el epicentro de esta revolución energética. Desde 2017, el desarrollo del shale oil en Vaca Muerta permitió revertir la tendencia negativa, con inversiones acumuladas por más de 35.000 millones de dólares. Esta inversión masiva ha posicionado al país como un competidor serio en el mercado global de hidrocarburos no convencionales.
El potencial de crecimiento continúa siendo extraordinario. Las estimaciones del sector indican que la magnitud de los recursos no convencionales -principalmente en la Cuenca Neuquina- abre por primera vez en décadas una oportunidad única para convertirse en un exportador neto de energía.
Los expertos del sector proyectan que los hidrocarburos podrían generar exportaciones por U$S 25.000 millones anuales, una cifra que transformaría radicalmente la balanza comercial argentina y consolidaría al país como una potencia energética regional.