La industria acuícola mundial continúa su expansión acelerada, consolidándose como una de las fuentes de proteína de más rápido crecimiento a nivel global. China mantiene su posición dominante como el mayor productor de acuicultura del mundo, representando aproximadamente el 58% de la producción global total en 2024, una cifra que refleja décadas de inversión estratégica en tecnología e infraestructura acuícola.
El gigante asiático no solo lidera en volumen de producción, sino que también se ha posicionado como uno de los principales exportadores mundiales, generando ingresos por exportaciones de productos acuícolas que superan los 20.000 millones de dólares anuales. Esta supremacía se sustenta en una industria altamente tecnificada que abarca desde la cría de carpas y tilapias hasta sofisticadas operaciones de cultivo marino.
El Top 10 de Productores Mundiales
Detrás de China, el panorama mundial de la acuicultura presenta una geografía claramente asiática. Indonesia ocupa el segundo lugar mundial con una producción que alcanzó las 17 millones de toneladas en 2024, consolidándose como potencia regional en el cultivo de especies tropicales como el bagre y diversas variedades de peces marinos.
India completa el podio asiático con una industria en rápida modernización que registró un crecimiento del 8,2% interanual en su producción acuícola durante 2024, impulsada principalmente por el cultivo de camarones y peces de agua dulce que han encontrado mercados internacionales cada vez más receptivos.
La presencia de Vietnam en el cuarto lugar mundial resulta particularmente notable por su especialización en pangasius y camarones, productos que representan más del 65% de sus exportaciones acuícolas, valoradas en 8.300 millones de dólares durante 2024. Este país del sudeste asiático ha logrado posicionarse como un actor clave en las cadenas globales de suministro de productos acuícolas.
Bangladesh completa el top cinco asiático, destacándose por una industria acuícola de pequeña escala pero alta productividad que se centra principalmente en especies de agua dulce para consumo doméstico y exportación regional.
Los Líderes Fuera de Asia
Entre los países no asiáticos, Noruega mantiene su liderazgo indiscutible en acuicultura marina, particularmente en el cultivo de salmón atlántico. Las exportaciones noruegas de salmón cultivado alcanzaron un valor récord de 11.200 millones de dólares en 2024, consolidando al país nórdico como el referente mundial en tecnología de cultivo marino en aguas frías.
Chile se posiciona como el segundo mayor productor de salmón a nivel mundial, con una producción que superó las 900.000 toneladas en 2024, beneficiándose de condiciones oceanográficas ideales en sus costas sur y de décadas de experiencia en manejo sanitario y tecnología de cultivo.
Egipto emerge como una potencia africana en acuicultura de agua dulce, registrando un crecimiento sostenido del 12% anual en los últimos tres años, principalmente en el cultivo de tilapia que encuentra mercados tanto en África como en Europa y Medio Oriente.
El panorama exportador mundial muestra dinámicas interesantes para 2025. Los principales destinos de exportación continúan siendo Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, que juntos representan aproximadamente el 45% de las importaciones mundiales de productos acuícolas.
Las especies de mayor valor comercial en el mercado internacional incluyen el salmón atlántico, con precios que han mostrado una tendencia alcista del 15% en 2024 debido a la fuerte demanda y restricciones de suministro. Los camarones cultivados mantienen su posición como el producto acuícola más comercializado globalmente en términos de valor, mientras que la tilapia domina en volumen.
La industria enfrenta desafíos significativos relacionados con la sostenibilidad ambiental y la resistencia a antibióticos. Sin embargo, las inversiones en tecnología de recirculación acuícola (RAS) y sistemas de cultivo offshore están abriendo nuevas oportunidades de producción que podrían redefinir el mapa mundial de la acuicultura en los próximos años.
La creciente demanda de proteínas alternativas y la búsqueda de fuentes alimentarias más sostenibles posicionan a la acuicultura como un sector estratégico para la seguridad alimentaria mundial. Las proyecciones indican que la producción acuícola mundial podría alcanzar los 109 millones de toneladas para 2030, consolidando su papel como pilar fundamental del sistema alimentario global.