Una innovadora iniciativa está transformando la manera en que Chile exporta su salmón al mundo. La colaboración entre tres actores clave de la cadena logística ha logrado reducir en un 25% las emisiones de CO₂ en los embarques internacionales, posicionando al país como pionero en prácticas sostenibles para la industria pesquera.
La alianza involucra a Andes Integración Logística como facilitador del proyecto, Ventisqueros en calidad de productor salmonero comprometido con la sostenibilidad, y la naviera alemana Hapag-Lloyd, responsable de implementar el uso de combustibles alternativos en sus buques.
El proyecto se ejecuta bajo el sello CaRe, un enfoque que promueve prácticas justas y respetuosas con el medio ambiente. La implementación es inmediata: cada vez que un cliente solicita el servicio de biocombustible para un embarque específico, la naviera activa el protocolo correspondiente.
La flexibilidad tecnológica es uno de los aspectos más destacados del proyecto. Entre las alternativas al combustible fósil convencional se encuentran el biodiésel, los aceites refinados y el biometano, permitiendo adaptarse a diferentes rutas y condiciones operativas.
Nicolás Ruiz, director Comercial de Hapag-Lloyd Chile, destaca que esta iniciativa forma parte de la estrategia global de descarbonización de la compañía: «A través de nuestro producto Ship Green, ofrecemos a nuestros clientes la posibilidad de reducir significativamente su huella de carbono mediante biocombustibles certificados. Nuestra perspectiva refleja una tendencia global donde los mercados internacionales cada vez valoran más los productos con menor impacto ambiental, convirtiendo la sostenibilidad en un diferenciador comercial clave.
El biocombustible se emplea directamente en buques que operan en rutas definidas por Hapag-Lloyd, aprovechando puntos logísticos estratégicos a nivel global. Esta primera etapa del proyecto no solo demuestra la viabilidad técnica de la propuesta, sino que también establece un precedente para toda la industria. Las tres empresas coinciden en que el objetivo trasciende su propia operación: buscan generar conciencia entre otras navieras y actores del sector para que inviertan en nuevas tecnologías y ejecuten prácticas que generen un impacto positivo para el medio ambiente.