Hundimiento del “Morning Midas”: alerta global sobre cargas peligrosas en altamar

La nave mercante de bandera liberiana “Morning Midas”, que transportaba 3.159 vehículos, incluidos 65 eléctricos y 681 híbridos, que había zarpado desde China con destino a México, luego de 20 días ardiendo en el Pacífico Norte, se hundió el pasado 23 de junio a más de 700 kilómetros de la costa de Alaska, marcando un hito preocupante en la seguridad marítima internacional. Este incendio se originó el 3 de junio en la cubierta donde habían almacenados automóviles eléctricos, supuestamente esta desgracia fue provocada por una falla en una batería de litio. Mercancía que está catalogada como altamente inflamable, y que diariamente representa un creciente desafío en la industria del transporte marítimo.

Muy a pesar de los intentos de controlar el fuego mediante operaciones de salvamento y la intervención de buques especializados, el buque mercante se convirtió en un infierno flotante, imposible de contener dado a las severas condiciones meteorológicas y los daños estructurales, que resultaron ser letales y fatales. En definitiva, el barco colapsó en una zona de más de 5,000 metros de profundidad.

Por el momento, aún no se han reportado daños ambientales visibles. Sin embargo, equipos de monitoreo continúan activos en la zona para detectar posibles filtraciones o residuos peligrosos. Este suceso vuelve a encender las alarmas en torno al transporte de cargas consideradas peligrosas, como los vehículos eléctricos. Dejando sobre el tapete la preocupante pregunta de que si este ¿Será el inicio de una nueva era regulatoria en la industria marítima global?

Lo que si estamos seguros es que toda la Industria Marítima Internacional observa con atención la reacción de la Organización Marítima Internacional (OMI) y de las reaseguradoras inglesas del London P&I Club, actores clave en la definición de nuevos protocolos de seguridad, siendo este el segundo gran desastre en los últimos cinco años que genera la transportación marítima de Baterías de Litio.

Cabe resaltar y recordar el enorme desastre producido en el buque “Felicity Ace” buque de transporte de automóviles (Ro-Ro) de 200 metros de eslora, propiedad de Mitsui OSK Lines y registrado en Panamá. El cual un 10 de febrero de 2022 zarpó de Emden, Alemania, rumbo a Estados Unidos, cargado con 3,965 vehículos de lujo del Grupo Volkswagen, incluyendo Porsche, Audi, Bentley y Lamborghini, terminando en el fondo del mar, cuando el 16 de febrero, mientras cruzaba el Atlántico cerca de las Azores, siendo el 1 de marzo de 2022, cuando el buque se hundió a unos 3,000 metros de profundidad, a 350 km de las Azores, debido a que se desató un incendio en la bodega de carga.

Según sospechas aún no confirmadas, se cree que el fuego se originó en una batería de iones de litio de un vehículo eléctrico, posiblemente un Porsche Taycan. “Ya no se trata solo de proteger la carga”, expresó el autor del informe de esta catástrofe marítima, también comentó que: “Es imperativo repensar la logística mundial frente a productos que, aunque prometen un futuro sostenible, exigen medidas urgentes e inteligentes para evitar tragedias como esta”.

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