En la campaña 2024/2025, España experimentó un notable impulso en sus exportaciones de forrajes deshidratados, alcanzando un récord histórico con un volumen de 897.827 toneladas, lo que representa un aumento del 47% respecto a la campaña anterior. Este crecimiento significativo evidencia la recuperación del mercado internacional tras un período de menor demanda, cuando las condiciones climáticas y otros factores habían afectado la producción y exportación.
Estructura del mercado y destinos principales
La mayor parte de este volumen corresponde a balas de forraje, que representan aproximadamente el 69% de las exportaciones, mientras que el resto son pellets o forrajes granulados. En comparación con la campaña anterior, las exportaciones de balas aumentaron un 64% y las de pellets un 20%.
Las exportaciones de pellets experimentaron un crecimiento espectacular, multiplicándose por tres en enero de 2025 con 27.631 toneladas, comparado con las 8.075 toneladas del mismo mes de 2024. Los principales destinos incluyen Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y China, que juntos acaparan la mayoría de las importaciones desde España, mostrando una fuerte demanda en Asia y Oriente Medio. También destacan Corea del Sur, Jordania, Marruecos y varios países europeos como Portugal y Francia.
Por regiones dentro de España, Aragón lideró la producción con un aumento del 14%, seguido de Cataluña, Castilla y León y Navarra, con incrementos significativos también en esas zonas productoras de forrajes. El cultivo se concentra básicamente en regadío, con especial peso en el Valle del Ebro y Castilla y León.
No obstante, algunas regiones enfrentaron descensos en producción por condiciones climáticas adversas. Los precios cayeron significativamente en 2024, con reducciones del 50-60% respecto a los precios que cobraban los agricultores en 2023, lo que planteó desafíos de rentabilidad para los productores. A pesar de ello, la labor del sector se ha centrado en mejorar la calidad y eficiencia para sostener la competitividad internacional.
En cuanto al año 2025, los datos reflejan una tendencia de crecimiento continuada, con un incremento del 49,5% en las exportaciones de forraje deshidratado solo en mayo de 2025, en comparación con el mismo mes del año anterior.
España exportó 752.960 toneladas de forrajes deshidratados en 2024, manteniendo a Arabia Saudí, Emiratos Árabes y China como principales destinos. Aunque estas cifras representan un crecimiento del 15% respecto a 2023, aún están por debajo de la media de los últimos diez años.
Contexto internacional y proyecciones del sector
El mercado global de forraje de alfalfa se espera que crezca de 15.520 millones de dólares en 2024 a 20.100 millones de dólares para 2032, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 3,29%. Esta expansión global presenta oportunidades significativas para los exportadores españoles.
Datos adicionales relevantes
Representatividad del sector: La AEFA representa el 90% del sector español de forrajes deshidratados.
Concentración geográfica: Las principales zonas productoras se ubican en el Valle del Ebro y Castilla y León.
Modalidad de cultivo: Predominantemente en regadío, lo que garantiza calidad y consistencia del producto.
España no solo ha logrado revertir la caída de exportaciones de forrajes vista en años previos, sino que ha fortalecido su posición en el mercado global gracias a la diversificación de compradores, la mejora productiva y la creciente demanda internacional, especialmente en países de Oriente Medio y Asia.
Esta dinámica confirma la consolidación de España como uno de los mayores exportadores mundiales en este sector agroindustrial clave para la alimentación ganadera. A pesar de los desafíos en precios y condiciones climáticas, la recuperación y expansión proyectan un futuro prometedor para el sector de los forrajes deshidratados españoles, con expectativas de crecimiento continuado que podrían superar los niveles históricos en los próximos años.
El sector español de forrajes deshidratados se encuentra en una posición sólida para capitalizar las oportunidades del mercado internacional en expansión, apoyado por una infraestructura productiva establecida y una demanda global creciente que favorece la consolidación de España como proveedor de referencia mundial.