La cebada, uno de los granos más antiguos cultivados por la humanidad, continúa siendo un pilar fundamental de la agricultura mundial gracias a su versatilidad en la alimentación animal, el consumo humano y la producción de malta para las industrias cervecera y de destilación. Para 2025, la producción global será de 145,7 millones de toneladas métricas, impulsada por la demanda de cerveza, whisky y alimento para ganado, particularmente en regiones con poblaciones crecientes e industrias cárnicas en expansión.
Las expectativas actuales sugieren una producción total entre 102 y 103 millones de toneladas en los principales exportadores, la cifra más alta en tres años, aunque todavía no particularmente robusta. Esto mantendrá los suministros bastante ajustados nuevamente en 2025/26, limitando la flexibilidad del mercado ante cualquier eventualidad climática o de demanda.
Los Gigantes de la Producción Mundial
La Unión Europea mantiene su dominio en la producción global de cebada con una estimación de 47,5 millones de toneladas métricas, una cifra que se espera permanezca estable. Francia lidera con 12 millones de toneladas, seguida de Alemania con 10 millones y España con 7 millones. El éxito europeo se debe a un clima favorable, tecnologías agrícolas avanzadas y políticas de apoyo como los subsidios de la Política Agrícola Común. Aproximadamente el 70% de la cebada de la UE se destina a alimento animal, mientras que el 25% se utiliza para malteado en la producción cervecera, respaldando a gigantes como Heineken y Carlsberg.
Rusia se posiciona como el segundo productor mundial con 20,5 millones de toneladas métricas estimadas para 2025, representando un aumento del 16% respecto al año anterior, aunque aún por debajo de los promedios históricos. Regiones como Siberia y el Distrito Federal del Sur concentran la mayor parte de la producción, aprovechando vastas extensiones de tierra cultivable y prácticas agrícolas modernizadas. El país utiliza principalmente su cebada para alimento animal (60%) y malteado (30%), y se ha consolidado como un exportador líder hacia mercados de Medio Oriente y Asia.
Australia proyecta una producción de 10,8 millones de toneladas en 2025, exportando más del 60% de su producción principalmente a China y Arabia Saudita.
Canadá podría producir poco menos de 9 millones de toneladas de cebada si el área sembrada supera la estimación inicial de StatsCan, comparado con 8,1 millones de toneladas en 2024. La cebada canadiense es conocida por su calidad para malteado, con el 40% destinado a la industria cervecera, liderada por empresas como Molson Coors, mientras que Cargill y Richardson International aseguran una cadena de suministro consistente tanto para mercados domésticos como de exportación. Las exportaciones canadienses de cebada se proyectan aumentar moderadamente a 2,7 millones de toneladas en 2025/26, la cifra más alta en tres años.
A pesar de los desafíos geopolíticos continuos, la producción de cebada de Ucrania se estima en 8 millones de toneladas para 2025, representando un aumento del 12% aunque permaneciendo por debajo de los promedios a largo plazo. La resiliencia ucraniana en mantener la producción agrícola subraya su importancia en los mercados globales.
El Factor China y la Demanda Global
Las estimaciones tempranas apuntan a que la demanda de importación global será similar a la temporada pasada. Sin embargo, esto depende en gran medida de China, cuya participación en las importaciones mundiales ha oscilado entre el 30% y hasta el 50% en años recientes.
Otros Actores Regionales Importantes
Turquía contribuirá con aproximadamente 7,4 millones de toneladas en 2025, utilizadas principalmente para alimento animal (80%) y productos alimenticios como el bulgur. El clima templado de la meseta de Anatolia favorece el cultivo, aunque la escasez de agua representa un desafío. Los programas gubernamentales para promover variedades resistentes a la sequía han impulsado los rendimientos.
El Reino Unido aportará alrededor de 7,3 millones de toneladas a la producción global en 2025. La experiencia británica en malteado, impulsada por empresas como Crisp Malting Group y Muntons, respalda su industria cervecera, incluyendo marcas como Guinness.
Argentina proyecta 5,3 millones de toneladas métricas concentradas en la región pampeana, con indicaciones iniciales que apuntan a un pequeño aumento respecto al año anterior. El país se enfoca en cebada para malteado destinada a la exportación hacia cervecerías sudamericanas, con empresas como Cargill liderando el mercado. Los suelos favorables y el clima hacen de Argentina un proveedor confiable a pesar de fluctuaciones climáticas ocasionales.
Los impactos climáticos continúan siendo un desafío crítico. La sequía y la escasez de agua afectan la producción en Australia y Turquía, impulsando inversiones en variedades resilientes. Australia, Rusia y Ucrania permanecen como los principales exportadores, mientras que China y Arabia Saudita lideran las importaciones globales.
Dinamarca, que produce aproximadamente 4.1 millones de toneladas con rendimientos superiores a 5 toneladas por hectárea, ejemplifica cómo las prácticas avanzadas y los suelos fértiles pueden optimizar la producción.
Estados Unidos, con una producción de alrededor de 3,7 millones de toneladas concentradas en Idaho, Montana y Dakota del Norte, destina aproximadamente el 50% al malteado, respaldando tanto cervecerías artesanales como marcas importantes como Anheuser-Busch. El país también exporta cebada a México y Japón.