En una época marcada por la multiplicación de acuerdos comerciales bilaterales y regionales, el principio de Nación Más Favorecida (NMF) demuestra una resistencia sorprendente como columna vertebral del sistema comercial internacional. Un nuevo informe de la Organización Mundial del Comercio (OMC), elaborado junto al Centro de Comercio Internacional (ITC) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), revela que este mecanismo de no discriminación sigue dominando el panorama global.
La investigación está centrada específicamente en el análisis del principio NMF, disecciona la distribución de los flujos comerciales mundiales según diferentes regímenes arancelarios. Los resultados son contundentes: aproximadamente tres cuartas partes del comercio global de mercancías opera bajo la cláusula de Nación Más Favorecida, según datos preliminares que abarcan hasta mayo de 2025.
Este principio, codificado en el Artículo I del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT 1994), funciona como un mecanismo de igualación automática: cualquier ventaja comercial otorgada a una nación debe extenderse inmediata e incondicionalmente a todos los miembros de la OMC. «Ha creado un entorno comercial global más estable y predecible», destaca el documento, añadiendo que «desalienta prácticas discriminatorias y fomenta la equidad en las relaciones comerciales».
El dato del 74% adquiere particular relevancia en el contexto actual. Significa que, pese a la proliferación de tratados de libre comercio y acuerdos preferenciales que han redibujado el mapa comercial en las últimas décadas, la mayoría del intercambio mundial sigue operando bajo un esquema de igualdad de trato. No hay preferencias, no hay discriminación: todos los socios comerciales reciben el mismo trato arancelario.
Esta supervivencia del multilateralismo comercial resulta llamativa en tiempos de creciente fragmentación geopolítica. Mientras los titulares se centran en guerras comerciales y bloques económicos rivales, los números revelan una realidad más matizada: el sistema basado en reglas sigue funcionando para la mayoría del comercio mundial.
Los hallazgos llegan en un momento crucial para el sistema multilateral, que enfrenta presiones desde múltiples frentes. Tensiones geopolíticas, debates sobre la modernización de las reglas comerciales y el cuestionamiento de la globalización han puesto en entredicho la viabilidad del modelo de la OMC. Sin embargo, la persistencia del principio NMF sugiere que los países continúan valorando la estabilidad y previsibilidad que ofrece un marco comercial basado en la no discriminación, incluso cuando persiguen simultáneamente acuerdos más específicos con socios estratégicos.