Eficiencia energética: la clave para un crecimiento sostenible y rentable en el mundo

Invertir en eficiencia energética ofrece altos retornos, ahorros significativos y genera empleos. El caso Turquía
03/08/2025
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Esta semana el Banco Mundial presenta un breve informe sobre eficiencia energética que describimos a continuación.

Hoy en el mundo se desperdician dos tercios de la energía, la eficiencia energética emerge como una solución transformadora, accesible y de bajo costo que puede cambiar el rumbo del crecimiento económico, la seguridad energética y la protección ambiental. Mejorar cómo utilizamos la energía no solo representa un ahorro sustancial, sino que también abre la puerta a miles de millones de personas que aún carecen de acceso confiable y asequible a servicios básicos como la cocina, la iluminación y la climatización.

El retorno de la inversión en eficiencia energética es impresionante: por cada dólar invertido, se generan entre tres y cinco dólares en beneficios económicos, creando empleo y mejorando las condiciones de vida alrededor del mundo. 

El caso de Turquía ilustra con claridad este potencial. Desde su primer Plan Nacional de Eficiencia Energética en 2017, el país movilizó cerca de 8.500 millones de dólares para proyectos que ya lograron reducir el consumo energético en un 14%, equivalente a 24 millones de toneladas de petróleo. Ahora, con su segunda fase hasta 2030, planea invertir más de 20.200 millones de dólares para ampliar los ahorros y renovar medio millón de edificios públicos.

Los resultados hablan por sí solos: sólo en edificios públicos, la renovación de 372 instalaciones ha ahorrado casi 200 gigavatios por hora al año, suficiente para abastecer a unos 300.000 hogares, mientras que hospitales como el de Kandıra han reducido sus facturas eléctricas en un 20% en pocos meses gracias a sistemas inteligentes de gestión energética. Estos ahorros permiten reinvertir en mejorar servicios de salud y educación, beneficiando directamente a miles de personas.

Además, la eficiencia energética impulsa la creación de empleo. En 2022, este subsector fue el principal generador de trabajos en toda la industria energética, con más de 11 millones de personas empleadas en todo el mundo. Programas de formación en países como Turquía, India y naciones del Caribe están preparando a la fuerza laboral para nuevos desafíos y oportunidades dentro del sector.

Para maximizar estos beneficios, es necesario un esfuerzo conjunto entre gobiernos, bancos multilaterales y el sector privado que promueva políticas consistentes, financiamiento adecuado y escalamiento de proyectos piloto a programas nacionales. Solo así se podrá garantizar que la eficiencia energética deje de ser una prioridad secundaria para convertirse en el motor del desarrollo sostenible global.

En definitiva, apostar por la eficiencia energética es hacer más con menos: reducir costos y emisiones, fortalecer economías y mejorar la calidad de vida de millones de personas al mismo tiempo.

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