China Eastern Airlines marcará un hito en la aviación comercial mundial al inaugurar el próximo 4 de diciembre una ruta directa entre Shanghái y Buenos Aires, convirtiéndose en el vuelo más largo del planeta. Esta conexión inédita representa un salto cualitativo en las relaciones comerciales y turísticas entre Asia y Sudamérica, eliminando la necesidad de múltiples escalas que hasta ahora caracterizaban los viajes entre ambos países.
La nueva ruta, identificada como vuelo MU745, cubrirá una distancia total de 19.681 kilómetros con una sola escala técnica en Auckland, Nueva Zelanda. Los tiempos de vuelo variarán según la dirección: el trayecto desde Shanghái a Buenos Aires tomará aproximadamente 25 horas y 30 minutos, mientras que el viaje de regreso se extenderá hasta 29 horas debido a los vientos predominantes y las condiciones atmosféricas.
El servicio operará con una frecuencia de dos vuelos semanales, programados para los lunes y jueves. Los vuelos partirán desde el Aeropuerto Internacional Pudong de Shanghái (PVG) a las 2:00 horas locales, realizarán una parada técnica en Auckland a las 18:30, y continuarán hacia Buenos Aires para arribar al Aeropuerto Internacional de Ezeiza (EZE) a las 16:30 del día siguiente.
Esta operación representa la primera conexión aérea regular entre China y Argentina, un desarrollo que ha sido confirmado oficialmente por la Embajada de China en Argentina. Hasta ahora, los pasajeros que deseaban viajar entre ambos países debían recurrir a conexiones en ciudades como París, Madrid, Frankfurt o Dubai, lo que significaba tiempos de viaje superiores a 30 horas y costos considerablemente más elevados.
La aerolínea utilizará aeronaves Boeing 777-300ER para esta ruta, equipadas con las últimas tecnologías de navegación y confort para pasajeros en vuelos de ultra larga distancia. Los primeros pasajes ya están disponibles para su compra, con tarifas que inician desde 1.538 dólares en clase económica, según las fuentes del sector aéreo consultadas.
El impacto comercial de esta nueva conexión se espera que sea significativo. Argentina y China han intensificado sus relaciones comerciales en los últimos años, con intercambios que superan los 18.000 millones de dólares anuales. Los productos argentinos de exportación, particularmente la carne vacuna, los productos agrícolas y los vinos de alta gama, se beneficiarán enormemente de la reducción en los tiempos de transporte y los costos logísticos.
Para el sector del comercio electrónico, esta ruta abre oportunidades sin precedentes. El creciente interés de los consumidores argentinos por productos tecnológicos, textiles y artículos de consumo asiáticos encontrará en esta conexión directa una vía más eficiente y económica. Los tiempos de entrega se reducirán considerablemente, pasando de las actuales 3-4 semanas a aproximadamente 10-15 días para envíos comerciales.
El turismo bilateral también experimentará un impulso considerable. China, con su rica historia milenaria, sus megaciudades modernas y sus paisajes únicos, se convertirá en un destino mucho más accesible para los viajeros argentinos. De manera recíproca, Argentina, con sus vastos paisajes patagónicos, sus tradiciones gauchas y su reconocida gastronomía, atraerá a un número creciente de turistas chinos que buscan experiencias auténticas en Sudamérica.
La escala técnica en Auckland no solo cumple una función operativa, sino que también conecta esta ruta con el dinámico mercado oceánico. Nueva Zelanda, con sus estrechos vínculos comerciales tanto con China como con Argentina, se posiciona como un punto estratégico que puede facilitar intercambios trilaterales en sectores como la agricultura, la tecnología y el turismo sostenible.
Desde una perspectiva geopolítica, esta nueva conexión aérea refuerza el creciente protagonismo de China en América Latina y consolida los lazos estratégicos entre Beijing y Buenos Aires. La Iniciativa de la Franja y la Ruta, impulsada por el gobierno chino, encuentra en esta ruta aérea un complemento natural para los proyectos de infraestructura y comercio ya establecidos en la región.
La inauguración de esta ruta también representa un desafío y una oportunidad para otras aerolíneas que operan en el corredor Asia-Sudamérica. La competencia estimulará mejoras en los servicios, potencialmente reduciendo tarifas y ampliando opciones para los pasajeros en toda la región.
Para los empresarios argentinos, esta conexión directa facilitará enormemente los viajes de negocios hacia el gigante asiático, reduciendo el jet lag y optimizando los tiempos de gestión comercial. Las delegaciones gubernamentales y los intercambios académicos también se verán favorecidos por esta nueva opción de conectividad.