La conexión directa entre el Puerto de Chancay, en Perú, y Shanghái, en China, ya muestra resultados concretos en el comercio internacional. Entre enero y abril de 2025, esta nueva ruta marítima movilizó 41 mil toneladas de carga, consolidándose como un eje emergente en el intercambio transpacífico y marcando un hito para la logística sudamericana.
La ruta, fruto de la alianza estratégica entre Perú y China, ha permitido reducir hasta en 12 días el tiempo de tránsito hacia Asia en comparación con los envíos tradicionales que utilizan el Canal de Panamá o los puertos del norte. Este ahorro de tiempo y costos logísticos ha sido recibido con entusiasmo por los exportadores peruanos, especialmente aquellos de los sectores agroindustrial y pesquero, que ahora pueden llegar más rápido y en mejores condiciones al mercado asiático.
El impacto económico de este corredor es significativo. China es el principal socio comercial del Perú, y la ruta Chancay-Shanghái fortalece la integración del país andino con la economía asiática. Además, se enmarca en la estrategia de la Nueva Ruta de la Seda impulsada por Beijing, que busca consolidar nuevos polos logísticos y comerciales en América Latina.
Entre las ventajas clave de este nuevo corredor destacan la mayor eficiencia en la cadena logística, la reducción de costos de transporte, el aumento de la competitividad para las exportaciones peruanas y la descongestión de puertos tradicionales como el Callao. Asimismo, posiciona al Perú como un hub logístico sudamericano hacia Asia, abriendo oportunidades para que otros países de la región utilicen el puerto de Chancay como punto de salida hacia el gigante asiático.
La dinámica comercial se da en el contexto del próximo inicio de operaciones del megapuerto de Chancay, una inversión conjunta entre el gobierno peruano y la empresa china COSCO Shipping. Este terminal está llamado a convertirse en el primer puerto multipropósito automatizado de Sudamérica, con capacidad para recibir los buques de mayor tamaño del mundo y operar con altos estándares de eficiencia tecnológica.
Con un flujo comercial cada vez más fluido, la ruta Chancay-Shanghái no solo fortalece las relaciones bilaterales entre Perú y China, sino que proyecta al país como la puerta de entrada suramericana al mercado asiático. El reto inmediato será garantizar la eficiencia operativa, la sostenibilidad ambiental del transporte marítimo y la mejora de la conectividad interna, para maximizar los beneficios económicos y sociales de esta nueva puerta comercial hacia el mundo.