El mercado mundial de soja se prepara para una nueva era de abundancia. Las proyecciones para la campaña 2025/26 anticipan una producción récord de 426,8 millones de toneladas, consolidando a Brasil como el indiscutido líder global de la oleaginosa más comercializada del planeta.
La hegemonía brasileña en el sector se fortalece año tras año. Para el próximo ciclo agrícola, el gigante sudamericano cosechará aproximadamente 175 millones de toneladas, un incremento de 6 millones respecto al año anterior. Esta cifra no solo representa el liderazgo productivo, sino también comercial: Brasil concentrará el 60% de las exportaciones mundiales de poroto de soja, dejando muy atrás a sus competidores tradicionales.
Estados Unidos, históricamente el mayor productor global, mantiene su relevancia con una producción estimada en 118 millones de toneladas, pero continúa perdiendo cuota de mercado frente al avance brasileño. La campaña actual muestra a los estadounidenses exportando alrededor de 48,7 millones de toneladas, cifra significativa pero alejada de los 102 millones de toneladas que Brasil coloca en los mercados internacionales.
Argentina, tercer productor mundial, enfrenta un escenario complejo. Para 2025/26, su cosecha se reduciría a 48,5 millones de toneladas debido al traslado de superficie cultivada hacia el maíz, cultivo que ofrece mejor rentabilidad en el contexto actual. Sin embargo, el país sudamericano mantiene su estrategia de agregar valor: en lugar de exportar poroto, Argentina procesa la mayor parte de su producción para vender aceite y harina de soja, productos con mayor valor agregado que explican por qué exporta menos grano que Paraguay y Canadá pese a su mayor producción.
Del otro lado del océano, China se mantiene como el motor indiscutible de la demanda global. El país asiático representa el 60% de las importaciones totales de soja del mundo, una dependencia que no hace más que profundizarse. Las cifras de noviembre de 2024 marcaron importaciones récord, y las proyecciones en 2025 anticipan compras cercanas a las 112 millones de toneladas.
Para la campaña 2025/26, China incrementará sus importaciones un 3,7% respecto al ciclo anterior, alcanzando nuevamente las 112 millones de toneladas, mientras su consumo interno llegará a 133 millones de toneladas. Esta demanda insaciable responde al crecimiento sostenido de su industria porcícola y avícola, que requiere cantidades masivas de harina de soja para la alimentación animal.
Brasil es el principal proveedor del mercado chino, una relación comercial que se ha fortalecido en los últimos años. Sin embargo, tras una tregua comercial a finales de octubre de 2024, China ha reiniciado las compras de soja estadounidense, aunque a un ritmo menor al esperado por los exportadores norteamericanos.
Detrás de China, la Unión Europea, México, Japón y Taiwán completan el ranking de principales importadores, aunque ninguno se acerca remotamente a los volúmenes del gigante asiático.
Las exportaciones mundiales de soja crecerán aproximadamente un 4% en la campaña 2025/26, reflejando tanto el aumento de la producción como la solidez de la demanda internacional. Paraguay, pese a su menor tamaño productivo, se ha posicionado como el tercer exportador mundial de poroto, superando a Argentina gracias a su estrategia de comercializar grano sin procesar.
El salto proyectado hacia los 426,8 millones de toneladas en 2025/26 representa un incremento significativo que responde tanto a mejoras en rendimientos como a la expansión de superficie cultivada, particularmente en Brasil.