Beijing, el centro del transporte de China

Situada al norte de la Llanura del Norte de China, la capital del país está rodeada de montañas al norte, noreste y oeste, mientras que se encuentra próxima al mar Bohai en el sudeste.

Llamada “la capital del norte”, arrasada y reedificada por Kublai Kan, Beijing  fue nombrada capital del imperio en la dinastía Ming, hace más de 500 años.

De un tamaño importante históricamente, la metrópolis abarca hoy un área total próxima a los 16 millones de kilómetros cuadrados, contando 16 distritos administrativos y una población permanente de 21 millones de personas, lo que la convierte en la cuarta ciudad más poblada del país, luego de Shenyang, Shanghái y Hefei. Si bien la mayor parte de sus residentes pertenecen a la etnia Han, representantes de las 56 etnias chinas residen en la capital.

Una ciudad preparada con constante inversión

Las potencialidades de Beijing son exponenciales cuando se toman en cuenta las inversiones realizadas para su desarrollo. En 2017 se realizó en Beijing una inversión de 42.000 millones de dólares en infraestructura, un incremento del 33,4% con respecto a 2016, representando el 24,4% de la inversión de la ciudad en bienes fijos. Entre ellos, la inversión en transporte fue de 19.000 millones de dólares, un incremento del 36,4%, en servicios públicos fue de 9.000 millones de dólares, representando un incremento del 7,9%, mientras que en energía fue de 7.000 millones de dólares, un incremento del 51,4%. 

Beijing es el centro del transporte de China, con una red externa avanzada que incluye ferrocarriles, rutas aéreas y autopistas. El Aeropuerto Internacional Beijing-Capital (BCIA) es el mayor aeropuerto y el de mayor capacidad del país. Cuenta con tecnología de avanzada y amplios prospectos para el futuro. A su vez, su importancia radica en que une mercados de aviación asiático-europeos con los estadounidenses. Casi 1.700 vuelos de 94 aerolíneas conectan Beijing con 244 ciudades en 54 países todos los días a través del BCIA. Actualmente, un nuevo aeropuerto se encuentra bajo construcción. Al ser terminado, las dos terminales tendrán una capacidad conjunta de 150 millones de pasajeros anuales. 

Por otro lado, Beijing es el hub de transporte ferroviario doméstico más grande de China, con varias de las mayores estaciones, como la estación ferroviaria de Beijing, y otras al oeste, al sur y norte de la ciudad. Las líneas Beijing-Guangzhou, Beijing-Shanghai, Beijing-Kowloon, Beijing-Baotou y Beijing-Tonliao conectan la ciudad con las capitales más importantes dentro de China. Hay también trenes internacionales que conectan Beijing con Corea del Norte, Rusia y Mongolia. A su vez, ocho autopistas rápidas comienzan o pasan por Beijing. Estas, sumadas a las 12 autopistas nacionales que comienzan allí, forman una red de transporte terrestre que tiene a la ciudad como centro.    

La importancia de su conectividad no radica solo en su conexión con el mundo o el resto del país: existen 881 líneas de autobús en Beijing, marcando un incremento de cinco líneas en comparación con el último año. Operan 24.131 autobuses públicos que sirven a 3,33 billones de pasajeros.

Una de las prioridades de las inversiones en la ciudad es el desarrollo de servicios públicos.  En esa área se destacan datos como, por ejemplo, el consumo de agua corriente, que en 2017 fue de 1.160 millones de metros cúbicos, un incremento de 7,3% sobre el total del año pasado. La industria y la construcción usaron 130 millones de metros cúbicos, mientras 400 millones fueron usados en las industrias de servicios y 600 millones en casas particulares. El consumo de electricidad fue de 106,69 billones de kilowatts por hora, un incremento del 4,6% en el último año. Dentro de los mismos, 84,88 billones de kilowatts fueron usados en producción industrial, 21,8 billones en hogares urbanos y rurales. La cantidad de gas licuado de petróleo utilizado fue de 473.000 toneladas, una merma de 5,4% sobre el año anterior, la cantidad de gas natural fue de 16.300 millones de metros cúbicos, un incremento del 2,5%. Para el final de 2017, Beijing contaba con 9,45 millones de hogares con gas, un incremento del 4,9%. Los que utilizaban gas natural fueron 6,45 millones, presentando un incremento de 7,8%. Para esa misma fecha, los gasoductos contaban con 27.500 kilómetros, un incremento del 16,7%. 

Por otro lado, Beijing cuenta con importantes servicios de comunicaciones, que hacen de la ciudad un lugar ideal para invertir e instalar negocios. En 2017, los servicios totales de correos y telecomunicaciones alcanzaron los 18.300 millones de dólares, un incremento del 36,1% sobre el año anterior en precios comparables. Dentro de los mismos, el negocio del correo reportó 5.940 millones de dólares, un incremento del 8,6%; las telecomunicaciones en total presentaron ganancias de 12.360 millones de dólares, un incremento del 55%. El incremento en telefonía se hizo notar fuertemente: Beijing tenía 6.494 millones de suscriptores a telefonía fija, a su vez, los usuarios de telefonía móvil representaron 37,5 millones. Hubo 5.416 millones de hogares con acceso a Internet, un incremento del 13,9%. El acceso al tráfico móvil de Internet fue de 780 millones G. Podemos resumir las inversiones de Beijing por sectores de la siguiente manera: 16,8% en energía, 23,3% en servicios públicos, 6,5% en transporte, 44,5% en correos y telecomunicaciones y 8,9% en otras áreas. 

Una oportunidad única de inversión

Las potencialidades de Beijing como destino de inversión son únicas, lo que transforma la ciudad en una oportunidad cambiante y dinámica, con gran acompañamiento de las autoridades.

En 2017, el PIB de Beijing fue de 327.000 millones de dólares, un incremento de 6,7% sobre el año anterior, ajustado por inflación. De esos, el valor agregado de las industrias primarias fue de 1.710 millones de dólares, el de las secundarias de 75.260 millones de dólares, y el de las terciarias de 251.000 millones de dólares. El PIB per cápita de la ciudad fue de 18.283 dólares, según la población residente. 

También cabe mencionar que la inversión de Beijing en bienes fijos fue de 126 millones de dólares, presentando un incremento de 5,7%. Por su parte, la inversión en infraestructura fue de 42 billones de dólares.

El poderío económico no es el único factor que hace de Beijing un lugar interesante para los negocios: es el centro del poder político chino. Estableciendo e invirtiendo en negocios en la capital, los inversores domésticos e internacionales pueden comunicarse con el gobierno central chino, obtener información acerca de políticas claves a tiempo y obtener medidas gubernamentales preferenciales al igual que apoyo por parte del Estado. 

A su vez, Beijing es una de las ciudades chinas con la mayor cantidad de recursos culturales y educativos, hogar de más de 91 instituciones de altos estudios, incluyendo las universidades de Peking y Tsinghua. Las instituciones de aprendizaje clave de Beijing representan el 25% del total chino. Beijing tiene el medio cultural, tecnológico y científico más diverso del país: el 75% de los centros de investigación pertenecientes a China al igual que el 80% de las organizaciones culturales se encuentran en la capital. Cuenta también con más de 10.000 instituciones médicas, tratando a más de 200 millones de personas al año. 

Una visión hacia el futuro

En septiembre de 2017 fue aprobado por el Comité Central del Partido Comunista de China y el Consejo de Estado el Plan Maestro Urbano de Beijing (2016-2035). El objetivo de desarrollo es convertir a la capital en una ciudad vivible y armónica a nivel mundial. 

Beijing será construida siguiendo lineamientos internacionales de primera clase, con una mirada especial puesta en convertirse en un desarrollo urbano centrado en la gente, prestando especial atención a la importancia de la ciudad en política, ciencia y tecnología, cultura, sociedad y ecología, así como también hermosas viviendas. 

La capital será la punta de lanza en el desarrollo coordinado de las áreas de Beijing, Tianjin y Hebei, creando un grupo urbano centrado en la capital de primera línea internacional.