La aviación hipersónica da un salto histórico con el desarrollo del DART AE, la primera aeronave reutilizable del mundo impulsada por hidrógeno verde desarrollada por la firma australiana Hypersonix Launch Systems. Con una inversión de 46 millones de dólares, este innovador prototipo está diseñado para surcar los cielos a Mach 12 —equivalente a 14.701 kilómetros por hora—, marcando un hito sin precedentes en la industria aeroespacial. El despegue inaugural está programado para las próximas semanas, cerrando así el año 2025.
El respaldo financiero del proyecto combina capital público australiano, destinado a consolidar el sector espacial del país, con una alianza de inversores globales encabezada por High Tor Capital del Reino Unido, firma especializada en tecnologías de defensa avanzada. A este grupo se suman la gigante europea Saab y la polaca RKKVC como socios estratégicos.
Hypersonix, establecida en Brisbane en 2019, cuenta con un equipo de 45 profesionales dedicados a la ingeniería aeroespacial, manufactura de precisión y evaluación de sistemas. Al frente de la dirección tecnológica se encuentra Michael Smart, antiguo científico de la NASA y catedrático de la Universidad de Queensland, cuya visión es crear sistemas de vuelo de nueva generación que combinen sostenibilidad ambiental con rendimiento extremo mediante el uso de hidrógeno verde.
Detalles del vuelo inaugural
La misión de prueba del DART AE se ejecutará desde el complejo espacial de la NASA en Wallops, Virginia, utilizando el cohete vector HASTE fabricado por Rocket Lab. Este ensayo busca demostrar por primera vez en la historia un vuelo hipersónico prolongado usando exclusivamente hidrógeno verde como combustible.
Según el comandante Ryan Weed, director del programa, esta iniciativa representa «una transformación conceptual: reconocer el dominio hipersónico como territorio de la aviación civil y comercial, trascendiendo su uso exclusivo en aplicaciones militares».
Tecnología SPARTAN: el corazón del sistema
El elemento clave del DART AE es el motor scramjet SPARTAN, fabricado íntegramente mediante impresión 3D y optimizado para operar a Mach 12. Los scramjets constituyen una categoría de propulsores atmosféricos diseñados específicamente para velocidades que exceden Mach 5, funcionando mediante la captura directa de oxígeno del aire circundante. Su arquitectura elimina componentes mecánicos rotativos, aprovechando la velocidad extrema del vehículo para comprimir adiabáticamente el flujo de aire antes de la ignición, permitiendo así propulsión continua en régimen hipersónico sin sistemas de compresión tradicionales.
Mientras que los scramjets convencionales emplean hidrocarburos como el queroseno, el sistema SPARTAN opera exclusivamente con hidrógeno verde, eliminando por completo las emisiones de dióxido de carbono. La distinción «verde» no se refiere únicamente a las propiedades del hidrógeno como elemento, sino a su método de producción. El hidrógeno verde se sintetiza mediante electrólisis acuática alimentada por energía eléctrica de origen renovable —solar, eólica o hidráulica—, resultando en un proceso completamente libre de emisiones contaminantes.