Argentina presentó su Memorándum de Adhesión a la OCDE

El documento reúne 240 autoevaluaciones que marcan el inicio de la fase técnica.
13/11/2025
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El canciller Pablo Quirno presidió esta semana en Buenos Aires un acto de significación estratégica: la presentación formal del Memorándum Inicial de Adhesión de Argentina a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La ceremonia, que contó con la presencia del secretario general del organismo, Mathias Cormann, representa un hito en la aspiración del país de integrarse al selecto grupo de naciones que define los estándares globales en política económica, gobernanza y desarrollo sostenible.

Un documento que refleja transformaciones profundas

La Cancillería argentina subrayó en un comunicado oficial que la presentación del Memorándum «constituye un hito fundamental en el proceso de adhesión» y es el resultado de un exhaustivo trabajo técnico realizado por múltiples áreas del Gobierno Nacional. El objetivo: evaluar con rigor el grado de alineamiento de las políticas públicas, la normativa vigente y las prácticas institucionales argentinas con los exigentes estándares de la OCDE.

El documento no es un mero trámite burocrático. Reúne más de 240 autoevaluaciones detalladas que abarcan áreas tan diversas como la gestión fiscal, la transparencia administrativa, la regulación de mercados, la gobernanza pública y las políticas ambientales. Estas evaluaciones evidencian un compromiso tangible con la mejora continua de la gestión estatal, la transparencia institucional y la calidad de las políticas públicas.

«Argentina encara esta nueva etapa con una macroeconomía ordenada, un marco institucional fortalecido y políticas en convergencia con las mejores prácticas internacionales», destacó la Cancillería, en un mensaje que busca proyectar la imagen de un país que ha recuperado la estabilidad y está listo para competir en las grandes ligas.

Más que un club: una estrategia de inserción global

El proceso de adhesión a la OCDE no es un fin en sí mismo, sino parte de una estrategia integral de inserción internacional. El objetivo es claro: fortalecer la competitividad del país, atraer inversiones de calidad, profundizar la cooperación económica y alinear las regulaciones nacionales con los estándares que rigen en las economías más desarrolladas del planeta.

Las cifras hablan por sí solas. La incorporación a la OCDE permitirá a Argentina integrarse a un grupo de países que, en conjunto, representan cerca del 45% del Producto Interno Bruto mundial y concentran la mayor parte de los flujos globales de inversión extranjera directa. No se trata solo de prestigio institucional: es acceso a mercados, credibilidad internacional y un sello de calidad que puede marcar la diferencia en la atracción de capitales y en la negociación de acuerdos comerciales.

Comienza la fase técnica: el verdadero examen

Según precisó la OCDE, el Memorándum Inicial constituye una autoevaluación preliminar que marca el inicio de la fase técnica del proceso de adhesión. A partir de ahora, Argentina deberá abrir un diálogo profundo con 25 comités de expertos que evaluarán, con lupa, el desempeño del país en áreas tan sensibles como el clima de inversión, la estabilidad de los mercados financieros, la calidad de la gobernanza pública, el desarrollo regional y las políticas ambientales.

Este no será un trámite rápido ni indulgente. Cada comité analizará en detalle si las leyes, instituciones y prácticas argentinas cumplen con los estándares internacionales. Habrá recomendaciones, exigencias de reformas y, probablemente, ajustes normativos que deberán ser implementados antes de que el país pueda ser formalmente aceptado como miembro pleno.

Una relación de cuatro décadas que ahora se formaliza

Argentina no es un recién llegado a la órbita de la OCDE. El país mantiene una vinculación histórica con el organismo, consolidada a lo largo de más de cuatro décadas de cooperación activa. Ha participado en múltiples programas, estudios comparativos y procesos de revisión de políticas públicas. Sin embargo, la diferencia ahora es que busca dar el salto de socio cooperante a miembro pleno.

A diferencia de otras organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, la OCDE no otorga créditos ni financia proyectos de inversión. Su valor radica en otra dimensión: brinda conocimiento técnico de punta, asistencia especializada para el diseño de políticas públicas, promueve la buena gobernanza y facilita el intercambio de experiencias entre países. En otras palabras, ofrece las herramientas para que los países mejoren por sí mismos.

El club latinoamericano dentro de la OCDE

Actualmente, la OCDE cuenta con 38 países miembros distribuidos en todos los continentes. En América Latina, cinco naciones ya forman parte de este selecto grupo: Chile (2010), México (1994), Costa Rica (2021), Colombia (2020) y Uruguay, que está en proceso de adhesión junto con Argentina.

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