El mundo está cambiando de manera acelerada, y América Latina se encuentra en el epicentro de una transformación económica global sin precedentes. Mientras las economías tradicionales luchan con el crecimiento lento y las tensiones geopolíticas, el Sur Global emerge como la nueva locomotora del desarrollo mundial, representando una oportunidad dorada para que la región latinoamericana asuma el liderazgo que la historia le está ofreciendo.
Entre 2007 y 2023, el comercio entre países del Sur Global pasó de 2,3 billones a 5,6 billones de dólares. Esta cifra representa un crecimiento del 143% en apenas 16 años, una tasa que supera ampliamente el desempeño del comercio tradicional Norte-Sur.
Pero lo más impactante está por venir. Según proyecciones de organismos internacionales, en los próximos cinco años el Sur Global será responsable de casi el 70% del crecimiento económico mundial. Esto significa que más del 70% de la expansión económica global provendrá de países emergentes y en desarrollo, marcando un punto de inflexión histórico en la arquitectura económica internacional.
En este contexto, América Latina, que actualmente representa entre el 5% y 6% del comercio global, tiene ante sí una ventana de oportunidad extraordinaria para fortalecer su posición en las cadenas globales de valor y diversificar sus mercados de destino.
El Regionalismo Abierto: Una Estrategia Ganadora
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha acuñado el término «regionalismo abierto» para describir una estrategia que responde eficazmente a los desafíos actuales. Este enfoque busca crear acuerdos regionales que no solo diversifiquen la producción, sino que también impulsen un crecimiento inclusivo y fortalezcan la integración al comercio global con mayor valor agregado.
«La economía global enfrenta un crecimiento lento, una deuda elevada, una inversión débil y un comercio cada vez más marcado por la geoeconomía y el proteccionismo», explican los analistas de la UNCTAD. En este escenario, defender el multilateralismo y un comercio basado en reglas acordadas se vuelve esencial para atraer inversión y garantizar estabilidad.
El Tesoro Verde: Minerales Críticos para la Transición Energética
América Latina no solo tiene ventajas comerciales; posee literalmente los recursos que el mundo necesita para su futuro energético. La región concentra entre el 50% y 60% de las reservas mundiales de litio, el «oro blanco» de la era digital y la transición energética. Además, cuenta con abundantes recursos de cobre y níquel, minerales esenciales para las tecnologías limpias y la revolución digital.
Sin embargo, el verdadero desafío no está en extraer estos recursos, sino en asegurar que su aprovechamiento se traduzca en beneficios locales tangibles: creación de empleo de calidad, desarrollo de cadenas de valor justas y protección rigurosa del medio ambiente.
Tres Transformaciones Que Están Redefiniendo el Mundo
1. La Multipolaridad Económica
El mundo económico ya no gira exclusivamente en torno a Estados Unidos, Europa y Japón. Más del 70% del crecimiento económico en los próximos cinco años provendrá del Sur Global, con el comercio Sur-Sur representando casi la mitad del comercio mundial. Para América Latina, esto significa una oportunidad única de diversificar sus socios comerciales y reducir su dependencia histórica de los mercados tradicionales.
2. La Revolución Digital del Comercio
Las exportaciones de servicios están creciendo tres veces más rápido que las de mercaderías. Esta tendencia abre enormes posibilidades para América Latina, que puede liderar en plataformas digitales y conectividad. Sin embargo, esto requiere inversiones masivas en tecnología, infraestructura digital y, crucialmente, en la capacitación de la fuerza laboral.
Países como Argentina, Brasil, México y Colombia ya están mostrando avances significativos en sectores como fintech, e-commerce y servicios de TI, posicionándose como hubs tecnológicos regionales.
3. La Revolución Energética Verde
El mercado de tecnologías limpias igualará al del petróleo en la próxima década, y América Latina ya lidera esta transformación. Cerca del 30% de la energía regional proviene de fuentes renovables, superando ampliamente el promedio mundial del 12%.
La energía hidroeléctrica domina el panorama, generando más del 50% de la electricidad en países como Brasil, Colombia y Paraguay. Mientras tanto, naciones como Brasil, Chile, México y Uruguay se destacan en energía eólica y solar, y la geotermia crece sostenidamente en países volcánicos como Costa Rica, El Salvador y México.
El 2025 presenta desafíos y oportunidades únicas para América Latina. La región tiene todas las herramientas necesarias para liderar: recursos naturales abundantes, una población joven y crecientemente educada, instituciones democráticas consolidadas y una tradición diplomática de construcción de consensos.