Davos, Suiza, será epicentro de reflexión global del 19 al 23 de enero de 2026, cuando la 56ª Reunión Anual del Foro Económico Mundial (WEF) reúna a líderes empresariales, gobiernos, sociedad civil, científicos y figuras culturales bajo el lema «Espíritu de diálogo». Esta cita, arraigada en más de 50 años de tradición, responde a un panorama marcado por disputas geopolíticas, aceleración tecnológica y límites ambientales, promoviendo un intercambio imparcial que amplíe perspectivas y fomente soluciones colaborativas.
En medio de tensiones que reconfiguran el comercio mundial —como bloqueos en rutas clave y aranceles variables—, el evento busca revivir el icónico «espíritu de Davos»: apertura, escucha activa y cuestionamiento mutuo para restaurar la confianza perdida. Avances en inteligencia artificial (IA), biotecnología y energías limpias prometen crecimiento, pero exigen un despliegue ético que evite desigualdades y riesgos regulatorios.
Cinco retos que guiarán los debates
El programa se estructura en torno a cinco preguntas urgentes, diseñadas para alinear al sector público y privado en acciones concretas:
- Cooperación en un mundo en disputa: ¿Cómo unir fuerzas ante conflictos geopolíticos que alteran cadenas de suministro y tratados comerciales?
- Nuevas fuentes de crecimiento: ¿De qué forma explotar mercados emergentes impulsados por tecnologías disruptivas?
- Inversión en las personas: ¿Cómo capacitar al talento humano para navegar la incertidumbre económica y digital?
- Innovación responsable a escala: ¿Cómo implementar IA y biotecnología sin comprometer la ética ni la seguridad global?
- Prosperidad sostenible: ¿Cómo generar riqueza respetando los límites planetarios, como la huella de carbono en el comercio?
Estos ejes no solo conectarán ideas innovadoras con políticas prácticas, sino que destacarán voces diversas de todas las regiones, incluyendo América Latina, donde el comercio de commodities y la logística enfrentan retos similares.
Para los analistas de comercio internacional, Davos 2026 ofrece pistas valiosas sobre tendencias en regulaciones aduaneras, certificaciones verdes (como ISO 14064) y digitalización de supply chains, en un momento en que la región busca posicionarse en energías renovables y exportaciones sostenibles.