En el comercio internacional, cada detalle cuenta. Entre trámites, normativas y controles, uno de los aspectos que más impacto tiene en los costos de una operación es la clasificación arancelaria.
Asignar el código correcto a cada mercadería no solo es una obligación legal: también es la clave para evitar sanciones, retrasos y pagos indebidos en aduanas.
En este artículo te explicamos qué es la clasificación arancelaria, por qué es tan importante y cómo evitar los errores más comunes que pueden costar miles de dólares a tu empresa.
¿Qué es la clasificación arancelaria?
La clasificación arancelaria es el sistema que permite identificar cualquier mercadería que se comercializa a nivel internacional mediante un código numérico único.
Este código se basa en el Sistema Armonizado (HS) de la Organización Mundial de Aduanas:
Gracias a este código, las autoridades aduaneras determinan:
- El tipo de producto y sus características técnicas
- Los derechos de aduana e impuestos aplicables
- Los requisitos y controles adicionales que debe cumplir la mercadería
- La posibilidad de aplicar preferencias arancelarias derivadas de acuerdos comerciales internacionales
¿Por qué es fundamental clasificar correctamente las mercaderías?
Un error en la clasificación puede tener consecuencias graves para cualquier empresa importadora o exportadora:
Consecuencias económicas:
- Pago de aranceles superiores a los que realmente corresponden
- Sanciones económicas impuestas por la autoridad aduanera
- Costos adicionales de almacenamiento por retenciones en frontera
Consecuencias operativas:
- Bloqueos o retenciones de mercancías que paralizan la cadena de suministro
- Retrasos en las entregas a clientes
- Pérdida de competitividad al no aplicar reducciones o exenciones arancelarias disponibles
En cambio, una clasificación correcta garantiza ahorro, seguridad jurídica y una operación ágil.
Errores frecuentes al asignar códigos arancelarios:
1. Utilizar códigos genéricos: Aplicar clasificaciones superficiales sin analizar las características técnicas específicas del producto.
2. No actualizar los códigos: Ignorar los cambios periódicos en la normativa internacional del Sistema Armonizado.
3. Confiar solo en la descripción comercial: No considerar elementos determinantes como la composición química, el uso previsto o la función técnica del producto.
4. Copiar códigos de terceros: Asumir que el código que utiliza otra empresa para un producto similar es válido para el tuyo, sin verificarlo.
5. Prescindir de asesoramiento especializado: La falta de apoyo experto multiplica exponencialmente el riesgo de cometer errores costosos.
¿Cómo se determina el código arancelario correcto?
La asignación del código arancelario requiere un análisis técnico riguroso que incluye:
1. Análisis detallado del producto (Evaluar composición material, función, uso final, forma de presentación y características técnicas específicas).
2. Consulta fuentes oficiales (Revisar las Notas Explicativas del Sistema Armonizado).
3. Seguimiento normativo (Mantenerse al día con actualizaciones legislativas y consultar resoluciones vinculantes emitidas por las autoridades aduaneras).
4. Aplicación de reglas de interpretación (Utilizar las Reglas Generales de Interpretación del HS para clasificar correctamente productos mixtos, compuestos o de naturaleza compleja).