El Museo Moderno se enorgullece de presentar una exhibición individual del gran pintor Víctor Florido (Buenos Aires, 1976). En esta selección de obras, que recorre más de una década de producción, Florido compone ambientes que introducen a los espectadores en una atmósfera sensible, donde todo lo que existe es parte de una realidad interior. Para Florido, la pintura es un ejercicio de introspección.
Los evocativos espacios domésticos que retrata operan como metáforas del pensamiento: lugares donde lo visible convive con lo oculto. En su obra, presencias definidas con exactitud coexisten con figuras veladas o borradas, como un eco del modo en que la memoria conserva y también distorsiona aquello que intenta retener.
Florido trabaja en sus cuadros con paciencia y maestría, usando una paleta deliberadamente depurada que le permite enfocarse en la dimensión formal y narrativa de la pintura. Pero esa dedicación no persigue el control de la obra ni es la ejecución de un plan previo. Constituye, en cambio, un proceso para permitir la irrupción de lo imprevisto. “Me gusta pensar la obra como un acontecer inesperado, algo que no estaba planeado ni se proponía una finalidad”, dice el artista. Interiores es una invitación a atisbar ese acontecimiento.
Curaduría: Raúl Flores
Diseño museográfico: Iván Rösler
Producción: Martina Estelí
