El Índice de Comercio Sostenible (ICS) 2025 revela una economía global en plena transición, donde las rutas tradicionales hacia la prosperidad a través del comercio están siendo redefinidas por presiones crecientes en las dimensiones económica, social y ambiental.
Este índice no solo identifica a los líderes en comercio sostenible, sino que también destaca la diversidad de estrategias adoptadas por las economías participantes. Algunas priorizan infraestructura robusta y mercados abiertos, mientras que otras se enfocan en fortalecer las protecciones laborales, abordar la desigualdad de ingresos o invertir en salvaguardas ambientales. A través de este lente, el Índice proporciona perspectivas valiosas sobre el amplio espectro de enfoques y compromisos que definen la búsqueda del comercio sostenible.
El informe de este año identifica tres dilemas fundamentales que actualmente definen el panorama del comercio sostenible:
1. Eficiencia versus Autonomía: Replanteando la integración global
La eficiencia ha sido durante mucho tiempo la piedra angular del comercio global, sustentada en la apertura, la especialización y cadenas de valor estrechamente integradas. Sin embargo, en un mundo donde los riesgos geopolíticos y la volatilidad política aumentan y cambian constantemente, la autonomía ha ganado terreno. Las economías están reconsiderando qué comercian, con quién y bajo qué condiciones. Estos compromisos pueden visualizarse mediante indicadores del ICS sobre liberalización comercial y barreras arancelarias.
Cuatro modelos de alineación comercial estratégica:
- Líderes de mercado abierto (alta liberalización, aranceles bajos): Economías como Chile, Nueva Zelanda y Perú adoptan el comercio abierto y la integración global con bajas barreras arancelarias e instituciones sólidas.
- Progresistas pero protegidos (alta liberalización, aranceles altos): Economías como Estados Unidos y Australia mantienen sistemas abiertos pero protegen sectores clave.
- Vías proteccionistas (baja liberalización, aranceles altos): Naciones como Bangladesh, China e India utilizan la política comercial como herramienta de desarrollo industrial, manteniendo control sobre su ritmo de integración para apoyar objetivos de desarrollo doméstico.
- Apertura selectiva (baja liberalización, aranceles bajos): Economías como Rusia y Sri Lanka mantienen barreras formales relativamente bajas, como los aranceles, pero su liberalización comercial general sigue siendo limitada.
2. Rentabilidad a corto plazo versus Cohesión social a largo plazo: El dilema de la inclusión
La apertura económica sin consideración adecuada de la inclusión social ha creado un desafío en el cual el comercio se asocia cada vez más con el aumento de la desigualdad, la explotación de trabajadores vulnerables y la inestabilidad política. Muchas economías priorizan el crecimiento económico rápido y la competitividad exportadora, a menudo a expensas de la inclusión social. Este enfoque puede impulsar el PIB pero también profundiza la desigualdad y erosiona la seguridad laboral. Algunas aspiran a invertir en fundamentos sociales para garantizar una distribución más equitativa de los beneficios del comercio, aceptando un crecimiento más lento a cambio de mayor estabilidad a largo plazo. Otras permanecen atrapadas entre estas prioridades, esforzándose por equilibrar rentabilidad con cohesión social en medio de restricciones fiscales e institucionales.
Cuatro modelos de navegación del equilibrio entre ingresos y cohesión social:
- Crecimiento equilibrado (alta rentabilidad, alta cohesión): Economías como Singapur y Corea del Sur logran tanto alto crecimiento como inclusión, aunque la desigualdad creciente sigue siendo un riesgo.
- Crecimiento primero (alta rentabilidad, baja cohesión): Economías como Bangladesh e India se enfocan en el desarrollo rápido liderado por exportaciones pero a menudo quedan rezagadas en protecciones sociales.
- Desarrolladas maduras (baja rentabilidad, alta cohesión): Naciones como Australia, Japón y Nueva Zelanda priorizan la cohesión social con redes de seguridad robustas, pero enfrentan un crecimiento más lento.
- Economías en dificultades (baja rentabilidad, baja cohesión): Economías como Ecuador, México y Pakistán luchan tanto con bajo crecimiento como con inclusión limitada.
3. Ambición climática versus Soberanía en el desarrollo: La nueva frontera de tensiones
El Acuerdo de París marcó un momento crucial en el enfoque global hacia el comercio sostenible, pero para 2025, las estrategias adoptadas por las naciones se han polarizado más que unificado. Las economías avanzadas están pasando de objetivos climáticos aspiracionales a regulaciones exigibles, implementando instrumentos como requisitos de abastecimiento sostenible y rigurosas leyes de debida diligencia ambiental. Sin embargo, para muchas economías emergentes y en desarrollo, estos cambios regulatorios se perciben frecuentemente como formas de «proteccionismo verde». Esta división creciente subraya la tensión continua entre ambición climática y soberanía en el desarrollo, destacando la necesidad de marcos más inclusivos que reconozcan diversas prioridades nacionales mientras avanzan colectivamente hacia metas de sostenibilidad.
Cuatro modelos de gestión de necesidades climáticas y de desarrollo:
- Transición verde-industrial (altas renovables, alta huella ecológica): Economías como Nueva Zelanda y Chile están integrando el uso de energía renovable para gestionar los impactos ecológicos moderados a altos de sus patrones avanzados de consumo y exposición comercial.
- Iniciadores sostenibles (altas renovables, baja huella ecológica): Laos, Camboya, Papúa Nueva Guinea y Pakistán mantienen bajas huellas ecológicas y alto uso de energía renovable, principalmente debido al desarrollo industrial limitado y menor complejidad económica.
- Economías de alto impacto (bajas renovables, alta huella ecológica): Algunas economías industrializadas como Japón, Malasia y Estados Unidos enfrentan altos impactos ecológicos y bajo uso de energía renovable, haciendo de la descarbonización a gran escala un desafío clave para su transición verde sin socavar la competitividad industrial.
- Potencial subvalorado (bajas renovables, baja huella ecológica): Ecuador actualmente tiene baja huella ecológica y uso limitado de energía renovable, reflejando una base industrial modesta. Esto proporciona considerable oportunidad para que Ecuador persiga crecimiento verde integrando renovables en su estrategia de desarrollo.
El ICS destaca los equilibrios estructurales que cada economía debe navegar entre urgencia ambiental, necesidades de desarrollo nacional y competitividad global. Este enfoque revela los distintos conjuntos de decisiones políticas que cada economía toma según sus diferentes etapas de desarrollo y capacidades institucionales, proporcionando a los responsables de políticas públicas, empresas y sociedad civil un marco para comprender los difíciles compromisos de las decisiones políticas y sus potenciales implicaciones para el desarrollo sostenible en un mundo interconectado.