La estrategia de acción exterior que marcará la diplomacia española hasta 2028

Documento "clave para un momento clave" busca reforzar el liderazgo de España en Europa y el mundo
14/09/2025
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La Estrategia de Acción Exterior 2025-2028, es un documento que traza las líneas maestras de la política exterior del país para los próximos cuatro años en un contexto internacional marcado por profundas transformaciones geopolíticas. El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, calificó el documento como «una Estrategia clave para un momento también clave en el panorama internacional».

La nueva estrategia representa un ejercicio de planificación estratégica sin precedentes que busca consolidar la proyección internacional de España en un momento de creciente incertidumbre global. Por primera vez, el documento se encuentra disponible no solo en español, inglés y francés, sino también en las lenguas cooficiales: catalán, euskera y gallego, subrayando el compromiso del Ejecutivo con la diversidad territorial del país.

El proceso de elaboración del documento ha sido especialmente participativo, contando con la coordinación de todos los ministerios y la participación de Comunidades Autónomas, entidades locales, partidos políticos, el sector privado, la sociedad civil y decenas de expertos en relaciones internacionales. Esta metodología colaborativa refleja la concepción de Albares sobre que «la política exterior es una política de Estado y esta Estrategia es fiel reflejo de ello».

La Estrategia de Acción Exterior 2025-2028 surge como respuesta a un contexto internacional caracterizado por la erosión del derecho internacional, la multiplicación de conflictos armados y la reconfiguración de las interdependencias económicas globales. El documento no se limita a establecer objetivos operativos, sino que, según Albares, constituye «una declaración de principios e intenciones: una visión de lo que es España, de lo que aspira a ser en el mundo y de cómo contribuirá -con firmeza, identidad y coherencia-, a un orden internacional más justo, más sostenible y más humano».

La estrategia articula sus objetivos en torno a tres pilares fundamentales que definen una política exterior con identidad propia: reforzar las capacidades españolas en el marco de una Europa más autónoma estratégicamente; asegurar que España continúe defendiendo sus valores e intereses en el panorama internacional; y proteger los proyectos de vida de los ciudadanos españoles tanto en territorio nacional como en el extranjero.

Cuatro ejes estratégicos para la acción exterior

La implementación de la estrategia se estructura a través de cuatro líneas de actuación prioritarias que fueron desgranadas durante la presentación ministerial. «Una Europa reforzada» constituye el primer eje, reconociendo el papel central de la integración europea en la proyección internacional española y la necesidad de fortalecer la autonomía estratégica del bloque comunitario frente a las incertidumbres geopolíticas actuales.

«Una España comprometida» define el segundo vector estratégico, enfatizando el compromiso del país con el multilateralismo, la cooperación internacional y la defensa de los valores democráticos en foros internacionales. Este enfoque busca consolidar la reputación de España como un actor confiable y constructivo en la escena mundial.

El tercer eje, «Una España que construye paz y seguridad», subraya la vocación pacífica del país y su contribución a la resolución de conflictos, el mantenimiento de la paz internacional y la promoción de la seguridad humana. Esta dimensión adquiere especial relevancia en un momento de recrudecimiento de tensiones internacionales y crisis humanitarias.

Finalmente, «España en el mundo» constituye el cuarto pilar estratégico, abordando la proyección global del país más allá de sus vínculos europeos y transatlánticos tradicionales, con especial atención a las relaciones con América Latina, el Mediterráneo, África y la región Asia-Pacífico.

La Estrategia de Acción Exterior 2025-2028 se presenta como una herramienta integral que va más allá de la mera planificación diplomática para convertirse en un instrumento de proyección de la identidad española en el panorama internacional. El documento responde a la necesidad de adaptar la política exterior del país a un mundo en transformación, donde nuevos actores emergen y las reglas del juego internacional experimentan cambios profundos.

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