En la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), celebrada este miércoles en Antigua y Barbuda, Estados Unidos y China protagonizaron un cruce diplomático marcado por reproches velados sobre la influencia de actores externos en América Latina.
El representante estadounidense, Michael Kozak, enfatizó que todos los observadores que financian a la OEA deben respetar los principios de la Carta Democrática Interamericana y advirtió contra cualquier intento de usar contribuciones financieras para socavar las reformas o debilitar la democracia en la región, en una clara alusión a China sin mencionarla directamente. Kozak también alertó sobre “la amenaza persistente que plantean actores externos malignos que manipulan la gobernanza, la migración y la información” para distorsionar las prioridades históricas de la OEA.
Por su parte, el representante chino, Xie Feng, defendió el modelo de cooperación de su país con América Latina y el Caribe, destacando los cinco programas anunciados por el presidente Xi Jinping en mayo tras la reunión ministerial entre China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Xie aseguró que China busca construir una comunidad con la región con “un futuro prometedor”, sin agendas ocultas ni interferencias externas, y rechazó cualquier intento de frenar ese objetivo, sin mencionar directamente a Estados Unidos.
Este enfrentamiento se da en un contexto de creciente competencia entre ambas potencias por la influencia en América Latina y el Caribe, donde China ha ampliado su presencia económica y política, siendo ya el principal socio comercial de varios países clave de la región.
La Asamblea General de la OEA, que se desarrolla en la Universidad Americana de Antigua, cuenta con la participación de catorce cancilleres de países latinoamericanos y caribeños, así como representantes de Estados Unidos y otros países observadores. Entre los temas centrales se encuentran la crisis de Haití, considerada la más grave de la región, y la situación en Venezuela, con el nuevo secretario general del organismo, Albert Ramdin, planteando abrir un diálogo con el Gobierno y la oposición venezolana.Este evento refleja la compleja dinámica geopolítica en la región, donde América Latina busca equilibrar las influencias de Estados Unidos y China en un contexto global marcado por tensiones y rivalidades crecientes.